Según anuncia el prólogo que antecede a la segunda parte, la Ethica pasa a explicar las cosas que, deduciéndose necesariamente de la esencia de Dios, "nos pueden llevar como de la mano al conocimiento del alma humana y de su felicidad suprema".
Proposiciones 1 y 2 de la Segunda Parte de la Ethica
La demostración de la primera proposición habla tanto del triple sentido en el que se dicen los pensamientos singulares, como del concepto deducido de ellos. Explicaré, en primer término, lo uno y después lo otro. Al cabo de leer ambas cosas, en segundo término, deberá quedar claro que tendrán que haber extensiones singulares, como hay, paralelamente, pensamientos singulares, ya que, según dice la segunda proposición, hay que proceder de la misma manera con la extensión, como con se hizo con el pensamiento.
El triple sentido de los pensamientos singulares: modalidad, pasividad, y finitud y determinación
Según 1/25c, las cosas particulares no son nada más que "modos en los que los atributos de Dios se expresan de una cierta y determinada manera". Pero, según 1/d5, el modo son las afecciones de la substancia y, ésta, la substancia, siendo el otro respecto de sus afecciones, es aquello "por medio del cual es concebido" el modo mismo. Según 2/d7, se llaman cosas singulares a las cosas que son finitas y tienen una existencia determinada.
Un axioma de la ética (2/ax2) dice que El hombre piensa. Dicho de otro modo, El hombre piensa no cualquier cosa, sino pensamientos singulares. De ésto y del anterior párrafo se sigue que los pensamientos singulares, considerados en su totalidad, tienen las siguientes tres características: primera, la de ser modales o ser expresantes de los (infinitos) atributos de Dios (infinito), cada uno de los cuales "expresa una esencia eterna e infinita" (1/d6); segundo, la de ser concebidos por medio de un otro substancial; tercero, la de ser finitos y de tener una existencia determinada.
Se sigue del anterior párrafo que los pensamientos singulares se dicen en tres sentidos: primero, en el de su modalidad; segundo, en el de su pasividad; y, tercero, en el de su finitud y determinación.
Algo se deduce de los pensamientos singulares: se llama "el concepto del pensamiento"
Las características de los pensamientos singulares (modalidad, pasividad, y finitud y determinación) constituyen su unidad. La Ethica llama a esta unidad, literalmente, el concepto del pensamiento como atributo de Dios. Esta unidad aparece en la demostración de 2/1 cuando se dice: "A Dios pertenece, pues (por 1/d5), un atributo [el pensamiento], cuyo concepto implican todos los pensamientos singulares, y por medio del cual son también concebidos" (negrillas mías).
Tal concepto implicado es un medio, es el otro substancial por medio del cual los pensamientos singulares son concebidos; en ese sentido, es una unidad que da a entender que los pensamientos singulares son pasivos. Tal concepto, en otro sentido, es implicado, porque los pensamientos singulares son expresantes del atributo divino del pensamiento; en este sentido, el concepto implicado es una unidad que da a entender que los pensamientos singulares son dinámicos. Y, tal concepto implicado, en uno o dos últimos sentidos, es un concepto que es desarrollado por unos pensamientos que tienen a la singularidad como característica; o sea, a la finitud y a la existencia determinada; o sea, aún cuando el concepto desarrollado es el de un atributo infinito: el pensamiento como uno de los (infinitos) atributos de Dios (Así, vemos que el concepto media en la relación hombre-Dios, porque los pensamientos singulares son finitos y de existencia determinada; pero, en otro sentido, media en la relación Dios-hombre, porque Dios es, según 2/1e, "un ser pensante infinito" o "el ser que puede pensar infinitas cosas en infinitos modos" o el que "es necesariamente infinito en su capacidad de pensar" o "un ser infinito").
En la explicatio de 1/d3 se dice que "más bien que [por] percepción" se dice por concepto, porque "concepto, en cambio, parece expresar una acción". Lo que me interesa es el en cambio, que pretende dejar en claro que la palabra concepto deja de lado algo en relación con la palabra percepción: su mera pasividad.
Proposiciones 3-8
Según 2/1, Dios es una cosa pensante. Así que, según 2/2, "puede (...) formar una idea de su esencia y de todas las cosas que se siguen necesariamente de ella".
La modalidad de los pensamientos singulares consiste e esto quiere decir que los pensamientos singulares, en tanto que expresantes de los (infinitos) atributos de Dios (infinito), no son pasivos meramente, no son percibidos, sino que, al ser actuantes o dinámicos, expresan no por si, sino desarrollando un concepto, el (infinito) atributo del pensamiento de Dios (infinito).
Ahora bien, los pensamientos llegan a llamarse singulares. Éstos, por tanto, deberían ser finitos y deberían tener una existencia determinada, ya que deberían contarse entre las cosas singulares.
Primero, pensamientos singulares son modos. Y éstos están relacionados con uno de los atributos infinitos de Dios: el pensamiento. Y éste, a su vez, está relacionado con la esencia eterna e infinita de la única sustancia.
La demostración de la 1a propos. de la definición de cosas que son singulares-las que son finitas y tienen una existencia determinada (2/d7)-
Deducción del paralelismo(2/P3-8)
Deducción de la esencia del hombre (2/P9-13)
No hay comentarios:
Publicar un comentario