.

1. Vida y filosofía de Benedicto de Espinosa
Leer libro de Frederick Pollock
Leer comentarios propios: I, II (incompleto)

2. Tractatus theologico-politicus de Espinosa.

3. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el orígen y la difusión del nacionalismo de Benedict Anderson. Leer resumen del capítulo III. Reseña sobre el capítulo III.

4. Gramática castellana de Nebrija. Leer libro. Leer resumen del prólogo (incompleto).

5. Observaciones sobre algunos ensayos del profesor Carlos B. Gutiérrez. Sobre Neokantianismo y fenomenología en el inicio de la filosofía de Heidegger. Sobre La Hermenéutica temprana de Heidegger (incompleto).

5. La estructura de las revoluciones científicas de Thomas S. Kuhn. Leer resumen de la Introducción. (Completo)

6. Historieta titulada Humans de William Erwin Eisner. Verla. Leer mis comentarios al respecto (incompleto).

7. De Honda a Cartagena por José María Samper. Leer libro: parte I, II, III, IV, V. Leer mis apuntaciones (incompleto).

8. Ser y tiempo de Martin Heidegger. Leer mis apuntaciones sobre el primer capítulo (incompleto). Leer mis apuntaciones sobre el segundo capítulo (incompleto). Leer el protocolo que hice en relación con una reunión: leerlo. Leer el primer ensayo que hice para la asignatura Heidegger y que fue, posteriormente, calificado por Carlos Bernardo Gutiérrez como excelente: leerlo; y leer el borrador. Anotación sobre el primer parágrafo del primer capítulo, titulada Categorias y Existenciales: leerla. Anotación sobre el segundo parágrafo del primer capítulo, titulada La tarea de la depuración del «sujeto» y la tarea de des-objetivación de las definiciones tradicionales del hombre: leerla. Reflexiones sobre los parágrafos 12-21, que usaré como fundamento para la segunda evaluación: acceder.

9. Mentes, cerebros y programas de John R. Searle. Leer mis primeros comentarios (incompleto). Detallada descripción del experimento mental (Gedankenexperiment) que hizo John Searle en Mentes, Cerebros y Programas: leerla. Introducción al artículo Mentes, Cerebros y Programas: leerla. Otra introducción al texto: leerla. Ponencia definitiva (falta una parte). Réplica de los sistemas (incompleta). Réplica del robot (falta perfeccionar). Réplica de los cerebros. Estructura de la ponencia definitiva. El argumento físico-químico contra el funcionalismo. Ponencia definitiva.

10. ¿Qué se siente ser murciélago? Leer mis comentarios. (Completo)

11. SOPHOCLIS FABVLAE. ΑΝΤΙΓΟΝΗ. Leer en griego. Leer en inglés. Leer versión en griego de Theodore D. Woosley (Boston y Cambridge, 1855). Leer edición crítica en inglés de Martin L. D'Ooge (Ginn & Company, 1884). Leer edición crítica en francés de M. Berger (Librairie Ch. Delagrave, 1897). Ver mi traducción parcial al español.

12. Verdad y método de Hans-Georg Gadamer. Leer mis comentarios. Mi experiencia hermenéutica: I II. Breves comentarios sobre el Principio de la Historia Efectual.

13. La economía devora la política de Rodolfo Arango. Leer.

14. El mito de Descartes de Anthony Kenny. Leer mis comentarios. (Completo)

15. Comentarios sobre
la travesía de Humboldt desde la Esmeralda hasta Angostura. Leer.

16. El Utilitarismo de John Stuart Mill. Leer mis comentarios.

17. Ética demostrada según el orden geométrico de Benedicto de Spinoza. Esquema del libro que nos envió el doctor Jorge Aurelio Díaz (jadiaz9@cable.net.co). Leer mis apuntaciones. Leerla en latín. Leer el TIE en latín. Ponencia de la primera sesión, coponencia, relatoría. Ver mi ponencia; ver el segundo borrador de mi ponencia; ver mi ponencia definitiva. Ver reflexiones preliminares para mi co-ponencia.

18. Concepts of Consciousness de Ned Block. Leer apuntaciones.'

19. El discurso del método de René Descartes. Leer mis apuntaciones.

20. Somme, Doris. Not Just any Narrative: How Romance Can Love Us to Death (en Daniel Balderston. Ed. The Historical Novel in Latin America. Gaithersburg: Hispamérica, 1986. 47-73). Leer mis apuntaciones. Leer mi reseña.

21. Justice as Fairness: Political not Metaphysical de John Rawls. Leer mis comentarios. Leer en JSTOR. Algunos apuntes sobre la crítica que le hace Cohen a Rawls: verlos. Esbozos de una breve reseña sobre Nozick: leerla. Breve reseña sobre Nozick: leerla. Incompleta reseña sobre Taking Rights Seriously de Ronald Dworkin: leerla. Incompleta reseña sobre Justice and the moral subject de Michael Sandel: leerla.



23. María (1867) de Jorge Isaacs. Interpretación sobre la mirada de María. Proyecto que entregué el jueves 15 de Septiembre de 2011 a la doctora Carolina Alzate: acceder.

24. Carta al Señor Coordinador Académico de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo. Verla.


26. HOMERI OPERA RECOGNOVIT BREVIQUE ADNOTATIONE CRITICA INSTRVXIT DAVID B. MONRO ET THOMAS W. ALLEN TOMVS I ILLIADIS LIBROS I-XII CONTIENS EDITIO TERTIA OXONII E TYPOGRAPHEO CLARENDONIANO. Libro 24 en griego. En griego y en español p. 459. Leer la edición crítica de A. T. Murray (London, 1924). Leer edición crítica de Edward Bull Clapp (Boston, Ginn & Company, 1899); crítica del canto XXIV: verla. Leer edición crítica de Walter Leaf (London, Macmillan and co.): primera edición (1900), segunda edición (1902); crítica del canto XXIV: leerla. Leer edición crítica de Richard Herne Shepherd (London, Chatto & Windus, 1903. Leer edición crítica de John J. Owen (New York, Leavitt & Allen); canto XXIV: leer en griego y leer apuntaciones críticas. Leer edición crítica de C. C. Felton (Boston, Billiard, Gray and Company, Cambridge, 1833); leer notas críticas sobre el Canto XXIV. Leer la edición crítica de Francis W. Newman (London, Trurner & co, 1871); leer traducción al inglés del Canto XXIV y leer las anotaciones críticas del final. Leer una introducción a la Iliada y a la Odisea de R. C. Jebb (Boston, Ginn & Company, 1904). Traducción del Canto XXIV (Trad. Luis Segalá Estalella): verla. Ver mi traducción al español del Canto XXIV. Ver traducción de versos 97-115. Ver en Thesaurus.

27. Ontogeny and Phylogeny de Stephen Jay Gould (Harvard University Press, 1977). The Man of Genius de Cesare Lombroso (The Walter Scott Publishing Co., London, 1917). Crime. Its Causes and Remedies de Cesare Lombroso (William Heinemann, London, 1911). Reseña sobre El argumento de la recapitulación (Ernst Haeckel) y el argumento de la neotenia (Louis Bolk): leer. Reseña que hice como Introducción a la Antropología Criminal de Cesare Lombroso: leer.

28. S. AURELII AUGUSTINI CONFESSIONES POST EDITIONEM PARISIENSEM NOVISSIMAM AD FIDEM CODICUM OXONIENSIUM RECOGNITAE, ET POST EDITIONEM M. DUBOIS EX IPSO AGUSTINO ILLUSTRATAE. OXONII, J. H. OARKER; J. G. ET ,F. RIVINGTON, LONDINI, MDCCCXXXVIII. Ver traducción de M. Du Bois. Ver lib. 10, cap. 16 en la traducción de Du Bois. Las confesiones traducidas del Latín al Castellano por Eugenio de Zeballos (1781). Tomo Primero (descargar). Tomo Segundo (descargar). Lib. 10, cap. 16 corresponde a la página 362 del Tomo Segundo.

29. Studies on fermentation. The diseases of Beer. Their causes, and the means of preventing them de Louis Pasteur (London, Macmillan & cCo, 1879). Louis Pasteur. His life and labours, escrito por su yerno (trad. Lady Claud Hamilton; New York, D. Appleton and Company, 1885). Louis Pasteur de S. J. Holmes (New York, Harcourt, Brace and Company, 1924). Pasteur and after Pasteur de Stephen Paget (London, Adam and Charles Black, 1914). Louis Pasteur de Albert Kleim y Louis Lumet (trad. Frederic Taber Cooper; New York, Frederick A. Stokes Company, 1914). Breve video que explica el experimento de Pasteur, junto con una brevísima anotación que también lo explica: ver. Reseña incompleta sobre la disputa entre Pasteur y Pouchet: leerla.

30. Principia Philosophiae de René Descartes. Oeuvres de Descartes publièes par Charles Adam & Paul Tannery sous les auspices du Ministère de l'Instruction Publique. Principia Philosophiae, VIII. Paris. Léopold Cerf, Imprimeur-editeur. 1905. Acceder. Acceder a la lista de contenidos de una traducción inglesa. Acceder al texto traducido por un inglés (o acceder al index principiorum philosophiae). Acceder: a la primera parte traducida, Of the principles of human knowledge (o a la pars prima. de principiis cognitionis humanae); a la segunda parte traducida. Of the principles of material things (o a la pars secunda. de principiis rerum materialium); a la tercera parte traducida. Of the visible world (o a la pars tertia. de mundo adspectabili); o a la cuarta parte traducida. Of the earth (o a la pars quarta. de terra). Descargar la versión latina en formato PDF o leerla. Ver otra versión inglesa (página 105). Leer mi resumen del capítulo LI. Leer mi resumen del capítulo LII. Leer mi resumen del capítulo LIII. Leer mi resumen de LXIV (incompleto). La crítica heideggeriana a los Principia. Ver o descargar OPVSCVLA OMNIA REVEREN.D.D. THOMAE DE VIO CARDINALIS TITVLI SANCTI SIXTI, In tres distincta Tomos. La doble crítica heideggeriana a los Principia. Parágrafo 20 (Segunda Parte). Heidegger omitió el concepto de prejuicio en Descartes. Descartes según Hans-Georg Gadamer. Lo que está pendiente por hacer: Investigación breve sobre el concepto de infancia en Descartes. El orígen de los prejuicios. Sobre la segunda parte de los principia. El plan. Ensayo definitivo que entregué al profesor Carlos Bernardo Gutiérrez el 30 de octubre de 2011.


32. Government Spending de Gordon Tullock. Vínculo interno. Vínculo externo.



33. 2. Bibliografía no revisada. Texto de Rouse (1913). Los siete libros de Séneca |La Apocolosyntosis en PDF y en español |B. Baldwin. Executions under Claudius: Seneca's "Ludus de Morte Claudii". Phoenix. Vol. 18, No. 1 (Spring, 1964), pp. 39-48 |Ball, A. P. The satire of Seneca or The apotheosis of Claudius commonly called the ἀποκολοκύντωσις. Nueva York: McMillan Company, 1902 |Berthe M. Marti. Seneca's Apocolocyntosis and Octavia: A Diptych. The American Journal of PhilologyVol. 73, No. 1 (1952), pp. 24-36 |Ross Kilpatrick. Apocolocyntosis and the Vision of Claudius. The Classical Journal. Vol. 74, No. 3 (Feb. - Mar., 1979), pp. 193-196 ||| Tácito, Cayo Cornelio, 55-117 [Clasificación Dewey: 937.07 T113 Z215]. Anales del Imperio Romano : desde la muerte de Augusto a la de Neron; traduccion del latin por Carlos Coloma. Edicion: Nueva edicion revisada, modernizada y anotada. Barceona : Iberia, c1960. |Graves, Robert, 1895-1985 [923.137 C51g3]. Claudio, el dios y su esposa Mesalina ; el turbulento reinado de Tiberio Claudio César, emperador de los romanos (nacido en el año 10 a. de J. C., muerto en el año 54), descrito por él mismo ; también su asesinato por la famosa Agripina y su posterior deificación, descrita por otros [traducción de Floreal Mazía]. Buenos Aires : Eds. Siglo Veinte, 1962. |Graves, Robert, 1895-1985 [923.137 C51g5]. Yo Claudio : a partir de la autobiografía de Claudio; traductor Floreal Mazía. 7a. ed. Madrid : Alianza Editorial, 1981. 510 p. |Séneca, Lucio Anneo, 4 a. de J. C [878.5 S35a]. Apocolocíntosis del divino Claudio / Lucius Annaeus Seneca ; introducción, versión y notas de Roberto Heredia Correa. México : Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Filológicas, 1986. lviii, 13 p. ; 22 cm. Cuadernos del Centro de Estudios Clásicos ; 10. Texto en español y latín. |Cordero, I. M. La vida de Lvcio Anneo Seneca, sacada de mvchos avthores muy verdaderamente. Anvers: Casa de Christoforo Plantino, 1555. En PDF. En línea |Diez de Aux y Granada, D. F. A. Seneca y Neron, dirigido a la grandeza del Excelentiſimo ſeñor Conde Duque, debaxo el Patrocinio generoſo del ſeñor don Geronimo Villanueua, Protonctario de Aragon. Madrid: Iuan Sanchez, 1642. En PDF. En línea |Martyr Rizo, I. P. Historia de la vida de Lucio Anneo Seneca Eſpañol. Madrid: Iuan Delgado, M.DC.XXV. En PDF. En línea. |Mexia, Pedro. Historia imperial y cesarea: en la qval en svmma se contienen las vidas y hechos de todos los Ceſares Emperadores de Roma: deſde Iulio Ceſar haſta el Emperador Maximiliano: dirigida al muy alto y muy poderoſo Principe y ſeñor nueſtro don Philippe, Príncipe de Eſpaña y delas dos Sicilias, &c. Basilea: Casa de Ioan Oportino, X. D. XLVII. ([Leer La Vida del Emperador Claudio primero deste nombre, la qual ſe diuide en dos Capitulos: Capitvlo primero de la estranna manera como uino a ſer Emperador Claudio, y delos edificios y obras que hizo, y la guerra de Britania, y otras coſas ſuyas (pp. 58-63); Capitvlo Sevundo delas otras coſas que ſucedieron en la vida de Claudio haſta el fin de ſu Imperio (pp. -69); y los tres capítulos dedicados a Nerón]. Ver en PDF. Ver en línea.

34. Acerca de una columna de Opinión de Juan Manuel Santos. Reflexión I, preliminar. Reflexión II definitiva. Parte 1.

35. Bomba Atómica. Ensayo I. Ensayo II.

lunes, 24 de octubre de 2011

El problema de las convicciones en Rawls

Segunda parte. El problema de la Ética sustantiva de Rawls

Rawls en el segundo capítulo de Justice and Fairness: Political not Metaphysical afirma que lo que más se puede hacer es estrechar el rango del desacuerdo político (página 228). Y, aunque acepta que son variables, reconoce que en medio del disenso general hay unas convicciones firmemente sostenidas por la ciudadanía (página 228), a las cuales llama también “ideas y principios familiares” (página 229) o “familiares e intuitivos principios e ideas” (página 229) o “actitudes político-públicas y sociales” (página 230) o “ideas de la tradición del contrato social” (página 230). Nagel (1973)[1] llamó a estos elementos de la tradición los “principios subyacentes [que] deben poseer una plausibilidad moral intuitiva por sí mismos” (221) o “las ideas intuitivas que tienen una plausibilidad independiente” (222).

Rawls, en particular, reconoció que la libertad de cultos y que la abolición de la esclavitud debían ser dos convicciones políticas firmemente sostenidas por una sociedad democrática, y entendió Rawls a estas dos convicciones como pertenecientes a una cultura política pública [our public political culture itself] (página 228), a cuya conformidad debería perseguir cualquier concepción de la justicia política. Éste último punto es esencial para la teoría de la justicia de Rawls: “una concepción política de la justicia, para ser aceptable, debe estar en concordancia con nuestras convicciones consideradas, en todos los niveles de generalidad” (página 228). A este principio lo llamaré el principio de aceptabilidad.

Como hubieran convicciones públicamente sostenidas y, con base en este factum, como se dictara un principio de aceptabilidad, se sigue que hay un real motivo para preguntar en torno a la formación o constitución de este convencimiento público que Rawls reconoce como pilar de su teoría de la justicia. Pregunto, por tanto, ¿cómo es que, en conformidad con la teoría de Rawls, puede tener lugar un convencimiento general en una sociedad democrática, por ejemplo, en torno a respetar la libertad de cultos o en torno a respetar la abolición de la esclavitud? ¿En qué se basa, en síntesis, el principio de aceptabilidad dicho? Para responder estas preguntas, el concepto rawlsiano de ciudadano sirve de guía, como trataré de demostrar a continuación.

El tercer capítulo de Justice as Fairness se ocupa de la idea de persona que Rawls califica de normativa (pie de nota número 15, página 232). Aparte de las definiciones que se dan de esta idea, Rawls asegura que la persona en general tiene dos tipos de poderes: los poderes morales [moral powers] (página 233) y los de la razón, del pensamiento y del juicio [powers of reason, thought, and judgment] (página 233).

Los poderes de la razón, del pensamiento y del juicio están vinculados con aquellos primeros poderes, los morales. Aquellos primeros, los poderes morales, son en número dos, tanto el sentido de justicia [sense of justice] (página 233), como la capacidad de hacer una concepción del bien [capacity for a conception of the good] (página 233).

Lo que distingue, en último término, a estos dos poderes morales de la persona son los objetos que a cada uno de ellos concierne. Por una parte, el objeto que concierte a la capacidad de hacer una concepción del bien, o el que ésta persigue, es expresado por Rawls de diferentes maneras. Este objeto es alguna ventaja racional para uno, el bien propiamente [one’s rational advantage, or good], o lo que es valuable en la vida humana para uno [what is valuable in human life], o los fines que uno quiere realizar por sí mismos [ends we want to realize for their own sake] (página 233), o los lazos con otros que queremos preservar, o las lealtades que apreciamos [atacchments and loyalties] (página 233), o la relación con el mundo que queremos mantener [our relation to the world—religious, philosophical, or moral—] (página 234).

Por otra parte, el objeto que concierne al restante poder moral, el sentido de justicia, es la concepción pública de justicia [the public conception of justice] (página 233) que debemos comprender [to understand] y aplicar [to apply] (página 233).

Se sigue que hay dos poderes morales y se sigue que se diferencian el uno del otro en que en conformidad con el uno, pero no con el otro, se persigue lo que uno quiere, pero no lo que uno debe. La capacidad de hacer una concepción del bien consiste en perseguir lo que uno quiere en la vida, pero el sentido de justicia consiste en perseguir lo que uno debe. Por ende, toda persona, según Rawls, tiene dos poderes de justicia: el poder de perseguir lo que uno quiere en la vida y el poder de perseguir lo que uno debe perseguir en la vida.

Estos dos poderes morales rawlsianos de la persona pueden entenderse en términos kantianos, según las siguientes dos afirmaciones que en seguida explicaré.

(1) La capacidad de hacer una concepción del bien consiste en hacer uso público de la razón.

(2) La capacidad de tener un sentido de justicia, por otra parte, consiste en hacer uso privado de la razón.

En la Respuesta a la pregunta: ¿qué es la Ilustración? Kant, a fin de ejemplificar ambos usos de la razón, dio el siguiente ejemplo del soldado o del oficial militar. Decía Kant que sería pernicioso que un oficial, estando en servicio, no cumpliera lo que le ordenaran sus superiores, decidiendo objetar la orden que le fuera impartida. Tal conducta, para Kant, siendo en cierto sentido infractora de la orden, no estaba justificada. Cualquier oficial, cuyo superior le imparte una orden, tendrá que obedecerla, porque la razón que tiene que usar el oficial, en tanto que oficial en servicio, es la razón que le dice que tiene que seguir lo que sus superiores le ordenan; este uso de la razón es el llamado uso privado de la razón; y es este uso de la razón, el privado, el que se ajusta al poder moral que llama Rawls sentido de justicia. El uso privado de la razón, o el sentido de justicia, es el uso que le está permitido hacer a la razón cuando se le ha confiado una responsabilidad. Lo que se le confía a la razón del oficial militar, en el momento en que le imparten una orden, es una responsabilidad que debe ser acatada sin reserva alguna. Pero el oficial militar, decía Kant, puede disentir del servicio militar o de tal o cual orden que le hubieran dado y que hubiera tenido que cumplir, o de cualquier cosa, siempre y cuando actuara no como militar, sino como oficial que no estuviera en servicio, o como ciudadano. Estaría el oficial militar, entonces, usando públicamente la propia razón. Este uso, decía Kant, es libre siempre, a diferencia del uso privado de la razón, que debe acatar lo que el cumplimiento de la responsabilidad adquirida hace menester que sea acatado.

El uso privado de la razón, o el poder moral rawlsiano del sentido de la justicia, según he dicho, es el poder de la persona para perseguir lo que debe ser perseguido. La comprensión de este poder moral fue guiada por Ralws de manera psicológica. Rawls en The Sense of Justice (1963)[2] se propuso al menos dar una construcción psicológica del sentido de justicia o del uso privado de la razón, con base en The Moral Judgment of the Child de Piaget (nota al pie de página número 5, página 286) y con base en The Foundations of Character de Shand (nota el pie de página número 19, página 297), con el fin de darle razón a Rousseau en el Emilio, cuando aseguró que el sentimiento de justicia es tanto "un sentimiento verdadero del corazón, ilustrado por la razón", como "el resultado natural de nuestras afecciones primitivas" (281). Esta construcción psicológica, que se propuso explicar psicológicamente el uso privado de la razón, constó de tres partes.

Rawls, en primer lugar, habló en torno de la relación entre el padre y el hijo (página 286). Supuso que los hijos amaban, confiaban y tenían fe en su autoridad, sus padres (página 286). Supuso también que los hijos no estaban en posición de cuestionar los preceptos generales que el padre esperaba que ellos obedecieran (página 286). Y, finalmente, supuso que los preceptos que les eran dados por el padre eran razonables, por lo que su amor, su confianza y su fe en el padre tenían sostén (página 286). Según Rawls, los hijos habrían de manifestar una “culpabilidad de autoridad“ (authority guilt), cuandoquiera que violaran los preceptos que el padre les hubiera dado (páginas 286-287), puesto que “la inclinación a confesar y a pedir indulgencia, para restaurar la relación previa (…)[,] son parte de lo que define a la relación de amor y de confianza” (página 287). Esto quiere decir que el niño, cuando transgrede los mandatos de su padre, “estará dispuesto a revelar su falta por medio de la confesión y a buscar la reconciliación” (página 288). Esta disposición del niño es, a juicio de Rawls, una “ley psicológica” (psychological law) (página 287), cuya omisión sólo tendría lugar en los casos en los que faltara una relación fundada en el amor (página 288).

Rawls, en segundo lugar, estudió el caso en el que tuviera lugar una actividad conjunta en la que los participantes de ésta estuvieran juntados por medio de los lazos de la amistad y de la confianza mutua (página 289). Por poner un ejemplo, un escenario tal sería el de un juego de cooperación entre amigos (página 288). Rawls interpretó este escenario como si fuera un esquema de cooperación (página 289). Aseguró que, si una persona participante de la actividad conjunta,fallara en hacer su parte, experimentaría “sentimientos de culpabilidad de asociación” (feelings of association guilt) (página 289), por lo que tendría “la inclinación de hacer el bien por la pérdida de los demás (reparación) y de admitir lo que se ha hecho y de disculparse (…) la inclinación de pedir por la reincorporación y de reconocer y de aceptar las reprobaciones y las penalidades” (página 289). Entonces Rawls denominó segunda ley psicológica (the second psychological law) (página 290) a la disposición de amistad y de mutua confianza entre los amigos.

Rawls, en tercer lugar, estudió la que llamo tercera parte de la construcción psicológica (the third part of the psychological construction) (página 291). Aseguró Rawls que a menudo sentimos la culpabilidad, aun cuando las personas injuriadas o puestas en desventaja no son personas con las que nos unan en absoluto lazos sentimentales de compañerismo (fellow-feling) (página 291). Así que Rawls asumió una que llamó tercera ley psicológica (página 292), puesto que dijo que “si una persona (y sus asociados) fueran beneficiarios de una institución exitosa y duradera o de un esquema de cooperación (…) ella adquiriría un sentido de justicia” (página 292). Este sentido de justicia haría que la persona tuviera “una aceptación de esas particulares instituciones” (página 292), al tenerlas como beneficiosas para él y para sus asociados. Estas instituciones podrían ser principios de justicia, principios morales. El sentimiento de culpabilidad tendría lugar ahora “por las infracciones que maltratarían a otras personas, aun si estas personas no fueran objetos de algunos sentimientos particulares de compañerismo” (página 292). A este tipo de culpabilidad, originada cuando fueran irrumpidos ciertos principios morales o cuando se reconociera un acto infractor contra estos, Rawls la llamó indirectamente la culpabilidad de principio [principle guilt feelings] (página 292). La culpabilidad de principio, o los sentimientos característicos de este tipo de culpabilidad, permiten “la evitación de la violación de los principios y el reconocimiento que las ventajas obtenidas en conflicto con ellos carecen de valor” (página 293).

Según Rawls, los tres tipos de culpabilidad, que acabo de describir sucintamente, tienen en común que hacen “referencia a un reconocido bien o mal” (página 295) (Bien corresponde al término right, mal al término wrong). Se requiere que cualquier persona, para sentir algún tipo de culpabilidad, haga referencia sinceramente a una creencia y que respecto de ésta crea que la ha infringido y que, por tanto, crea él mismo que él mismo es un infractor de algo que tiene como creencia (the beliefs it expresses) (página 295). En síntesis, “estos sentimientos presuponen una aceptación de ciertos principios morales que son invocados” (página 298). Así—por darle continuidad al ejemplo del oficial militar—, de llegar el oficial militar a no acatar la orden que le han impartido sus superiores y respecto de la cual él mismo tiene el principio moral de obedecer, el oficial militar se sabrá como infractor de una orden y tendrá que sentir, según Rawls, algún tipo de culpabilidad, por haber faltado a la autoridad.

Vemos, por consiguiente, que Rawls argumentó en círculo, del modo siguiente: dijo que rige el principio de aceptabilidad, según el cual una concepción política de la justicia, para ser aceptable, debe estar en concordancia con nuestras convicciones. Pero dijo que toda persona tiene un poder moral llamado el sentido de justicia o, en términos kantianos, el uso privado de la razón, cuyo objeto es la concepción pública de justicia que «debemos» comprender y aplicar. Más aún, las leyes psicológico-rawlsianas de la culpabilidad o de los sentimientos de culpabilidad presuponen el principio de aceptabilidad. Se sigue, por consiguiente, que hay en la teoría rawlsiana una relación bicondicional entre el principio de aceptabilidad y el poder moral llamado sentido de justicia: mi sentido de justicia me dice Tengo que hacer X, pero ésto sólo es posible por cuanto Tener que hacer X está en concordancia con mis convicciones Y (principio de aceptabilidad); y, por otra parte, rige en mí el principio de aceptabilidad, de este modo Tener que hacer X está en concordancia con mis convicciones Y, pero ésto sólo es posible por cuanto mi sentido de justicia me dice Tengo que hacer Y (en caso contrario, sentiré cierta culpabilidad, por haber violado ciertos principios morales, cuya infracción maltrataría a personas que no conozco). Este círculo argumentativo, fundador de la ética rawlsiana, puede escribirse como el siguiente doble imperativo:

(1) Aceptar como convicción lo que, si se cumpliera en la práctica, rigiendo a todos, no maltratara a ninguna persona y, por tanto, no me hiciera sentir culpable.

(2) Aceptar como convicción fundamental que no podrá llegar a ser una convicción ningún principio de acción que implicara el maltrato de por lo menos una persona.

Entonces, ¿”aquel a quien le falta un sentido de justicia le falta también ciertas actitudes fundamentales y ciertas capacidades incluidas bajo la noción de humanidad” (página 299)? ¿Es posible que a alguien le falte el uso privado de la razón, un sentido de justicia? Rawls niega rotundamente que ello sea posible. Es por ello que su ética no es procedimental, sino sustantiva. Por el contrario, dijo: “no tenemos ninguna manera de evitar la propensión hacia los sentimientos morales sin desfigurarnos a nosotros mismos” (página 299). Dicho de otra manera: “siempre que los hombres posean intereses y aspiraciones propias, siempre que ellos estén preparados en la búsqueda de sus propios fines e ideales (…) es inevitable que, dada la tentación y la pasión, esta propensión se realice” (páginas 299-300). Esta es, a juicio de Rawls, una verdad importante [an important truth] (página 300). Tan fue verdad para Rawls que aseguró algo todavía más robusto, desde el punto de vista de la argumentación, a saber: “parece casi seguro que al menos la vasta mayoría de la humanidad tiene una capacidad para un sentido de justicia y que, para todos los propósitos prácticos, uno puede asumir seguramente que todos los hombres originalmente lo poseen”(página 302). Y a renglón seguido complementó lo anterior, de la siguiente manera: “Es plausible suponer que cualquier ser capaz de lenguaje es capaz de los rendimientos intelectuales requeridos para tener un sentido de justicia (…) y, dados estos poderes intelectuales, la capacidad para las actitudes naturales del amor y de la afección, de la fe y de la confianza mutua, parece ser universal” (página 302). Y, finalmente, aseguró: “Parece ser sin lugar a dudas que los mínimos requisitos para el desarrollo de un sentido de justicia son poseídos por los hombres como parte de su capacidad original natural, y es esta capacidad original la que se dice que es necesaria” (página 302).

Estas conclusiones robustas son, a juicio de Rawls, derivadas de Kant. Así que, para terminar con esto, cabe advertir que Rawls sostuvo que “el sentimiento de justicia es una parte necesaria de la dignidad de la persona” (página 303). Esta dignidad es lo que le permite referirse a cualquier persona con el calificativo de individuo soberano [individual sovereign] (página 304). Y es por esa dignidad que el utilitarismo no tiene lugar alguno en la deontología de Rawls (304), ya que el utilitarismo, a juicio de Rawls, “sostiene que una capacidad para el placer y para el dolor, para el regocijo y para la lamentación, es suficiente para ser un sujeto pleno de derechos” (páginas 304-305).

Lo que sí acepta Rawls es que en la instancia de la niñez “la capacidad de un sentido de justicia está ahí y sólo espera su desarrollo. Los tutores [Guardians] deben asegurar este desarrollo y deben decidir por sus pupilos [wards] en vista de lo que una persona se presume que quisiera y que sostuviera cuando alcanzara la edad de la razón [the age of reason]” (página 303). El problema con su ética, por supuesto, consiste en cómo contestar a la siguiente pregunta:

¿Quiénes son (o, mejor dicho, deben ser) los Guardians?



[1] Rawls on JusticeThomas NagelThe Philosophical ReviewVol. 82, No. 2 (Apr., 1973), pp. 220-234

[2] The Sense of JusticeJohn RawlsThe Philosophical ReviewVol. 72, No. 3 (Jul., 1963), pp. 281-305

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