Además de la crítica a la tesis de las Escuelas de Descartes, en el parágrafo 20 de Ser y tiempo se desarrolla una crítica doble contra el autor de los Principia Philosophiae. En particular, está dirigida contra el capítulo LII de los Principia cartesianos.
Descartes asegura: por una parte, que la substancia en general ſolum per ſe nos non afficit (sólo por sí no nos afecta); por otra parte, que la substancia es reconocible sólo por medio de otros y que, más precisamente, ipſam agnoſcimus ex quolibet ejus attributo (la reconocemos por cualquier atributo de sí), pero deberá entenderse que la substancia es reconocible por tal o cual atributo suyo, sólo porque aliquod attributum adeſſe percipiamus (percibimos que cada atributo es-ahí). adeſſe corresponde al modo infinitivo, de tiempo presente, de un verbo compuesto latino cuya traducción al español es difícil. La preposición latina ad, que hace de prefijo en la forma conjugada adeffe, tiene un matiz de asociación, por lo que puede traducirse al español como junto a, al lado de, en compañía de, en presencia de, etcétera. eſſe traduce al español ser. adeſſe, por consiguiente, es, literalmente, ser junto, ser al lado, ser en compañía, ser en presencia…Heidegger diría: ser-ahí.
Sobre el concepto de percepción en los Principia Philosophiae
En el capítulo XXXII de Principia Philosophiae se distinguen no sólo duos in nobis modos cogitandi (los dos modos de la cogitación en nosotros), siendo el uno la percepción u operatio intelectus y el otro la volición u operatio voluntatis, sino también los modi percipendi y los modi volendi. Y los modos de la percepción o modi percipendi son nombrados: el sentire, el imaginari y el pure intelligere. Pero éstos, contrario a lo que podría pensarse, no perciben todo. O, dicho de otra manera, para el autor de los Principia hay cosas que la operación del intelecto no puede percibir. En el capítulo XXIV de Principia se lee: de re, quam nullo modo percipimus, nihil poſſumus judicare (de una cosa que de ningún modo percibimos, nada podemos juzgar). La substancia por sí misma es una de esas cosas que no podemos de ningún modo percibir. Los modos de la percepción sólo pueden percibir aliquod attributum adeſſe, cualquier atributo de la substancia que está-ahí.
Heidegger señala, en primer lugar, que Descartes omitió la siguiente tarea: “examinar el sentido del ser involucrado en la idea de sustancialidad y el carácter de «universalidad» de esta significación” (página 115), pensando “en la idea de sustancialidad (…) tenida por inaclarable” (página 115); en segundo lugar, que “la sustancialidad, es inaccesible en sí misma y por sí misma” (página 115), por lo que se la expone “mediante el rodeo a través de la característica sustancial más importante de la sustancia en cuestión” (página 115). Esta doble crítica lo que hace a fin de cuentas es criticar los conceptos cartesianos de ser afectado (nos afficit ), de reconocer (agnoſcimus) o, dicho de otra manera, de percibir (percipiamus ), puesto que, por una parte, “la idea de sustancialidad es tenida por inaclarable” sólo porque la percepción, según Descartes, no puede acceder a ella; y, por otra parte, porque la percepción, según Descartes, sólo puede acceder a ella por medio de sus atributos o “por medio de un rodeo”. Es así que la doble crítica que hace el autor de Ser y tiempo tiene un movimiento unitario, en tanto que en último término lo que hace es criticar el concepto de percepción cartesiana.
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