El alto orinoco: la Esmeralda.
2) Allí crece la llamada "palmera mauritia" (283). También se dan allí las llamadas "ananás de riquísimo aroma" (283). Nosotros llamamos a ésta planta la piña, conforme es su fruto. Humboldt describe la fertilidad del lugar así: "Nunca he visto tan enormes racimos de plátanos; el añil, el azúcar y el cacao crecerían allí estupendamente, si alguien se tomase la molestia de cultivarlos" (285). Allá también rendía por temporadas "la pesca" (285). El pescado era preparado y después comido de una manera particular. "los indios", según Humboldt, "asan los peces, los tuestan al sol y los reducen a polvo" (292).
3) El misionero que celebra la misa en Esmeralda reside " a más de 225 kilómetros de distancia" (283). Va a Esmeralda, por tanto, pocas veces al año. Unas cinco.
4) El soldado viejo que recibió en Esmeralda a Humboldt y a sus acompañantes informó de varias cosas. Primera, que en Esmeralda "se escribe muy poco" (284). Segunda, que ciertas hojas de plantas se usaban "para envolver objetos pequeños" (284). Tercera, que el soldado "enseñaba a lo niños (...) a rezar el rosario" (284).
5) Esmeralda era un lugar de varias lenguas. Según Humboldt, "se hablan tres lenguas indias: idapaminar, catarapen y maquiritare" (284).
6) Habían "muchos zambos, mulatos y otras gentes de color" (284). Según Humboldt, estas gentes no eran "rojos como los indios" (284). En la época se distinguían en principio la raza española de las demás. A la raza española pertenecía "la gente de la razón, la raza dotada de inteligencia" (284). El hombre de cualesquiera de las demás razas, diferentes de la española, o bien era "completamente negro, como un africano, o cobrizo, como un indio" (284). Por consiguiente, se deduce que en la Esmeralda no habían ni españoles ni indios, sino negros. Y, sin embargo, Humboldt asegura que, cuando llegó a Esmeralda, vio a indios regresar de una excursión, que había tenido lugar para recoger "juvias, los frutos de la Bertholletia, y un bejuco que da el curare" (285). Los indios se emborracharon con "una bebida fermentada" (285).
7) Había tenido lugar una confusión en Esmeralda. "Una confusión mineralógica [que] dio celebridad a Esmeralda" (284). En Esmeralda se daban "filones superficiales de hermoso cristal de roca" (284). Éstos, según Humboldt, "fueron tomados por diamentes y esmeraldas" (284).
8) De hecho, asegura Humboldt que "Esmeralda se convirtió en un indeseable lugar de destierro para los eclesiásticos, por la espantosa invasión de insectos" (284). En particular, en el lugar había una "espantosa cantidad de mosquitos" (285). En la época de Humboldt se consideraba "como un abominable lugar de residencia" (285). No sólo por los mosquitos, sino también por tres razones: primera, por "la falta de explotación agrícola" (285); segunda, por el "alejamiento de todas las zonas habitadas" (285); tercera, por las "cruelísimas privaciones" (285) alimentarias.
9) Esmeralda era renombrada también por ser elaborado allí "el activo veneno que se emplea en la guerra, en la caza y (...) como remedio contra enfermedades gástricas" (285). Humboldt dio con un viejo indio que "era", a su juicio, "el químico del lugar" (286). Él sabia elaborar "el curare" (286), el veneno "de efectos morales sólo cuando entra en contacto inmediato con la sangre" (287), que se extrae del "bejuco de Mavacure" (286). Humboldt insiste en que es peligroso "únicamente cuando el veneno actúa sobre el sistema circulatorio" (288). El curare "administrado por vía interna, se considera como un excelente remedio para el estómago" (287). Hay un tipo de veneno similar que era más débil que el curare de bejuco: el "curare de raíz" (287). El veneno se usaba para cazar, casi sin excepción (288). Cazaban gallináceas, aves de gran tamaño, cerdos, pecarís. Humboldt cuenta que se puso "una media envenenada" (289). Y que fue un peligro, a su juicio, grave, porque le "sangraban los dedos de los pies, de resultas de la incrustación de pulgas de arena" (289).
10) Un antídoto contra el veneno curare es "la sal común" (289). En el Amazonas, según Humboldt, se considera que era "el azúcar" el mejor contraveneno (289).
11) Los indios asaban y ahumaban a los monos en sus chozas (290). Danzan, pero no las mujeres, estando desautorizadas para el baile. Las mujeres estaban "excluídas del baile y de todos los demás regocijos públicos" (291); se dedicaban a "servir a los hombres asado de mono, una bebida fermentada y cogollos de palmito" (291-92). Luego concluirá tajantemente Humboldt que "Las mujeres viven en una especie de esclavitud" (292). Los indígenas varones bailaban particularmente. Se tomaban de las manos. Y bailaban, habiendo formado un círculo de danza, cogidos de la mano. La música era producida por cañas. Era "la choza de la fiesta" (290).
12) A Humboldt le llamó "vivamente la atencion" (290) el fruto del juvia, las cañas y las "camisas confeccionadas con la corteza del árbol marima" (290). El juvia es un árbol que da "las castañas brasileñas" (290), un fruto del que se consiguen, al perforarlo, varias nueces. Con una especie de caña, llamada Carice o caña de Esmeralda, se fabricaban lass cerbatanas (291).
13) Los indios no bautizados vivían "en régimen de poligamia" (292). Las mujeres, por consiguiente, se hallan en "una especie de poliandria" (292).
Humboldt junto con sus acompañantes salen de la Esmeralda "el 17 de mayo (...) extenuados y débiles a causa de la plaga de mosquitos, la mala alimentación y la larga travesía" (294, al final).
Ha dejado la Esmeralda
14) A seis días y medio, según Humdoldt (293), desde Esmeralda se hallan "las cataratas" (293).
15) Humboldt entonces resuelve sobre su examen acerca de las tallas medias de diferentes tribus indias. Los indios de más pequeña talla eran los llamados guaicas, les seguían los guainares y luego los poignaves (294).
16) En algún punto, luego de navegar río abajo, la expedición acampó. Cuenta Humboldt que "unos días antes los jaguares se habían llevado, según todas las probabilidades, a nuestro perro" (295).
17) Sobre la mitología local de la tribu tamanaco: ver páginas 296 y 297.
18) Humboldt llegó a la misión de Santa Bárbara entre el 24 y el 26 de mayo (ver páginas 297-298).
19) Según Humboldt, "el 26 de mayo por la mañana partimos del pueblecillo de Santa Bárbara" (298). Al día siguiente llegó a "San Fernando de Atabapo" (298). El mismo día dejaron el pueblo. Llegarían, finalmente, a la cueva de Ataruipe (299).
20) Cerca de "la entrada de la cueva de Ataruipe" (300) la expedición de Humboldt halló un "cementario de un pueblo totalmente extinto" (300). Contaron 600 esqueletos. Cada esqueleto fue encontrado "en una especie de cesta de pecíolos de hoja de palma" (300). El tamaño de los cestos varía conforme a la edad de los cadáveres (300). Humboldt se dio en la tarea de "estudiar la conformación exacta de los cráneos " (300). Concluyó las siguientes dos cosas.
Primera. "Todos presentaban el tipo de la raza americana" (300).
Segunda. Los huesos estaban "en parte pintados de rojo y en poarte recubiertos de resina" (301).
Humboldt y su expedición, podríamos decir sin el más mínimo atisbo de duda, profanó el cementario. Decidió llevarse "varios cráneos de la cueva de Ataruipe" (300). Incluso, los indios alcanzaban a prever el ultraje. Humboldt incluso previno que los nativos mostraran "resistencia" (301). Esto último corrobora que profanó un cementerio ajeno. Era para él más importante el patrimonio del entendimiento que el entendimiento del patrimonio.
21) Otros indios no conservan los restos de sus antepasados en cuevas, sino los sepultan, envolviéndolos en una hamaca que llaman chincorro (302).
22) Humboldt se detuvo en "la misión de Atures" (303). Luego, se aventuró en su piragua. Descubrió las grutas (303). Luego habría de detenerse en Carichara (305). El misionero Fray José Antonio de Torre los atendió esmeradamente (305). Luego fueron a "la misión de Uruana" (305), un pueblo indio de otomacos (305, al final) -que comen tierra- . Humboldt distingue dos cosas que, a su juicio ,confundían: "comer tierra y alimentarse de tierra" (306). En Uruana vivían los indios andantes (306). Por una parte, "muestran aversión por la agricultura" (306). Por otra parte, "viven casi exclusivamente de la caza y la pesca" (306). Los demás indios consideraban a los otomacos unos "bárbaros" (306). Humboldt interpretó su práctica de comer tierra o, precisamente, de comer bolas de arcilla grasosa y fina endurecidas al fuego y en algo mojadas, así: "El salvaje considera alimenticio cuanto calma el hambre" (307). En el único pie dde nota de la página 307, Humboldt la llama "esta curiosa costumbre" y la explica como debida "al déficit alimentario en substancias nitroogenadas y sales" (307).
23) Además, si bien no llega a calificar a los otomacos de anárquicos, si dice Humboldt que su pueblo "es más dificil de gobernar que la mayoría de las restantes misiones" (307), en razón de ser "inquieto, bullicioso, de irrefrenables pasiones" (307). No sólo consumen "bebidas fermentadas", sino que también usan "polvo de niopo" (307). La embriaguez que les producía el consumo de aquellas bebidas o de este polvo, con la gravedad de que era duradera, hacia que se mataran "entre sí sin necesidad de armas" (308, al final).
24) Era una costumbre también de "todos los pueblos indígenas del Orinoco" (308) el cultivar el llamado tabaco de árbol niopo (308), que, al ser envuelto con maíz, lo fumaban. Esto les producía un "estado de quietismo que ellos llaman soñar con los ojos abiertos o soñar de día" (308).
El 7 de Junio la expedición de Humboldt se separó del pueblecillo llamado Urana. Fue a "la misión de San Miguel de la Tortuga" (309). Luego desembarcó en "una hacienda frente al río Apure" (309, al final). Un francés vivía allí (310). Luego desembarcaron en "una bahía llamada Puerto Sedeño" (310, al final). La meta de su viaje era, como expresamente lo dice Humboldt, "Angostura" (311).
En Angostura, la capital de la Guyana española
Humboldt se refiere a su travesía en piragua como la "vida selvática" (312), cuya indumentaria "dejaba mucho que desear" (312). Se sentía en Angostura en "el seno de la cultura" (312), después de haber sobrellevado "largas privaciones" (312). Sin embargo, mitiga el contraste, al decir que trazaba ya "proyectos para volver al interior" (312), puesto que él era "capaz de captar vivamente las maravillas de la Naturaleza en la zona tropical" (312).
Humboldt permaneció un mes en Angostura. Los expedicionarios padecieron enfermedades. Humboldt fue "atacado por una fiebre muy violenta" (313).
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