Según Martial Gueroult
LIBRO I: ACERCA DE DIOS
Consta de tres partes:
Primera parte: Construcción de la esencia de Dios (P.1 - 15).
a. Deducción de los elementos de la esencia de Dios, a saber, de las sustancias con un solo atributo (P.1–8).
b. Construcción de la esencia de Dios por la integración de las sustancias con un solo atributo en una sustancia constituida por una infinidad de atributos, existente por sí, indivisible y única (P.9–15).
Segunda parte: Deducción de la potencia de Dios (P.16–29).
a. Deducción de Dios como causa o Naturaleza naturante (P.16–20).
b. Deducción de Dios como efecto o Naturaleza naturada (P.21–29).
Tercera parte: Deducción de Dios como identidad de esencia y potencia, y la subsecuente necesidad tanto de sus efectos, como del modo de su producción (P.30–36): punto culminante del libro; por una parte destruye en forma definitiva el libre albedrío, al establecer la necesidad de la acción divina; por otra, lo priva de su «asilo» supremo, al poner fin de manera radical a la incomprensibilidad de Dios.
LIBRO II: ACERCA DE
1° Momento: Deducción de la esencia del hombre (P. 1–13).
1. Deducción del carácter atributivo del Pensamiento y de la Extensión (P 1–2).
2. Deducción del paralelismo (P 3–8).
3. Deducción de la esencia del hombre (P 9–13).
2° Momento: Deducción de la imaginación o primer género de conocimiento (P 13Sch–23)
I. La Física de los cuerpos y del Cuerpo humano (P 13Sch, Axiomas, Lemas, etc.)
A. Teoría de los cuerpos más simples
1ª Parte: en qué se distinguen y en qué convienen (Ax 1–2; Lem 1–2)
2ª Parte: Las reglas del movimiento y el reposo (Lem 3: Cor; Ax 1; Ax 2)
B. Teoría de los cuerpos compuestos (Ax 3; Lem 4, 5, 6 y 7; Sch)
C. Teoría del Cuerpo humano (Post. 1–6)
II. Deducción del origen del conocimiento imaginativo de los cuerpos exteriores y del Cuerpo humano (P 14–19)
Deducción del conocimiento imaginativo de los cuerpos exteriores (P 17)
Deducción de la Memoria de las cosas exteriores (P 18)
Deducción del conocimiento imaginativo del Cuerpo humano (P 19)
III. Deducción del conocimiento imaginativo del Alma humana (P 20–23)
A. Deducción del conocimiento de sí que el Alma es (P 20–21)
B. Deducción del conocimiento de sí que el Alma tiene (P 22–23)
3º Momento: Deducción de la naturaleza no adecuada del conocimiento imaginativo (P 24–31)
A. Naturaleza del conocimiento imaginativo de los cuerpos exteriores y del Cuerpo humano (P 24–28)
B. Naturaleza del conocimiento imaginativo que el Alma tiene de sí (P 29)
C. Naturaleza del conocimiento imaginativo de la duración del Cuerpo humano y de las cosas singulares fuera de nosotros (P 30–31)
4o Momento: Deducción de la naturaleza de lo verdadero y de lo falso (P 32–36)
5º Momento: Deducción de la Razón o segundo género de conocimiento (primer grado del conocimiento adecuado) (P. 37–44)
6o Momento: Deducción de la Ciencia intuitiva o tercer género de conocimiento (segundo grado del conocimiento adecuado) (P.45–47)
7o Momento: Deducción de la Voluntad como potencia de afirmación propia de la idea (P.48–49)
El encadenamiento de estos diversos momentos se percibe con facilidad. La esencia del hombre es la unión de un Cuerpo y de una Mente, es decir, de un cuerpo y de la idea de ese cuerpo (primer momento). De ahí resulta necesariamente que la Mente humana tiene de su cuerpo, de los cuerpos exteriores y de ella misma un conocimiento envuelto por las ideas de las afecciones de su Cuerpo, es decir, un conocimiento imaginativo (segundo momento). Al ser inadecuadas las ideas de las afecciones del Cuerpo que hay en la Mente, el conocimiento que esas ideas envuelven no es adecuado: es el primer género de conocimiento (tercer momento). Es falso, porque lo verdadero es la idea adecuada, y lo falso, la idea inadecuada, o todo conocimiento envuelto por una idea inadecuada (cuarto momento). Aunque la Mente humana esté sometida al conocimiento imaginativo, ella es al mismo tiempo conocimiento intelectual espontáneo, poder de reflexionar[1] sobre sus ideas y volverlas adecuadas al descubrir su encadenamiento natural (racional) en el Pensamiento, o, lo que viene a ser lo mismo, poder de tomar conciencia de las ideas adecuadas que le son inmanentes desde la eternidad por el hecho de que la Mente es una parte del entendimiento divino. Ella conlleva entonces la Razón, es decir, el poder de alcanzar el segundo género de conocimiento (quinto momento), así como
[1] Gueroult señala que las palabras reflexión, conocimiento reflexivo, no pertenecen a la Ética, sino al Tratado sobre la reforma del entendimiento. Esto indica una superación del punto de vista del sujeto y del psicologismo, en beneficio del punto de vista de Dios y
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