Seminario Spinoza
Pars Secunda. De Natura & Origine Mentis. Ethica
Deducción de la esencia del hombre
Juan Sebastián Franco
Introducción
La Segunda Parte de la Ethica se titula De Natura & Origine Mentis. Según Gueroult, esta parte versa sobre una psicología metafísica y sólo accesoriamente de la física[1]. Esto contrastaría con Descartes[2]. Que el alma, por tanto, sea lo primero después de examinar la naturaleza de Dios[3], que es lo primario, debe hacernos preguntar por qué el alma tiene un carácter especial o por qué el alma, al faltarle un carácter especial, es lo segundo de lo que trata la Ethica. Pero el breve Prólogo a la Segunda Parte introduce que se explicarán unas cosas “que nos pueden llevar como de la mano al conocimiento del alma humana y de su felicidad suprema” (letra cursiva fuera del texto). El carácter especial del alma, por tanto, no sólo consiste en que puede tener una conexión con la felicidad, sino con la felicidad suma (beatitudinis summæ). Ahora bien, Gueroult distingue siete momentos principales de la Segunda Parte. Gueroult llama al primer momento: “Deducción de la esencia del hombre: proposiciones 1-13”[4]. Este primer momento[5] comprende, según Gueroult, tres etapas: 1ª, la deducción del Pensamiento y de la Extensión como atributos de Dios (P 1-2); 2ª, la deducción del entendimiento divino, de sus ideas y del ‘paralelismo’ (P 3-8); 3ª, la deducción de la esencia del alma y del hombre (9-13)[6]. Este ensayo consta: primero, de dos preguntas en relación con las primeras Proposiciones de la Segunda Parte de la Ethica; segundo, de una interpretación de las Proposiciones 5 y 6, con énfasis en su carácter negativo; tercero, de una interpretación acerca de los ‘paralelismos’ (Proposiciones 7 y 9); y, finalmente, de un comentario introductorio acerca de la esencia del hombre (Proposiciones 10-13).
Dos preguntas
Consideré que debería tratar de entender, en primer lugar, el concepto de idea. Esto lo hice con base en 2/d3, donde se define la idea y se da una explicación, y con base en la explicación de 2/d4. De aquella definición y de ambas explicaciones concluí las siguientes cinco cosas: primero, que cada idea es formada (format; 2/d3) por alguna cosa pensante (res cogitans; 2/d3); segundo, que la idea es un concepto (conceptum; 2/d3) y no una percepción (perceptio; 2/d3); tercero, que la idea, en tanto concepto, parece expresar una acción (videtur exprimere actionem; 2/d3) de una cosa pensante con respecto al objeto (ad objectum; 2/d3); cuarto, que la idea debe convenir o concordar o concertar (de convenientia; 2/d4) con lo ideado por ella (convenientia ideæ cum suo ideato; 2/d4); y, quinto, que Atilano Domínguez llama “objeto ideado”, o simplemente objeto (2/d3), a lo ideado por la idea (suo ideato; 2/d4). Luego se dice que la idea que se da (datur; 2/ax3) es la idea de la cosa (idea rei; 2/ax3). El gran problema de comprensión, que decidí poner manifiesto desde el inicio, consiste en entender desde la Ethica la conexión que tiene la idea (formada por una cosa pensante) con la cosa o el objeto o el objeto ideado y, en particular, la concordancia que guarda tal idea con su objeto, como para que podamos llamar a cada idea la idea de «tal» cosa.
Como el hombre piensa (homo cogitat; 2/ax2), se sigue que el hombre forma ideas. Y, similarmente, como Dios puede pensar (potest cogitare; 2/3) o como el pensamiento está en su potestad (est in potestate Dei; 2/3), puesto que es una cosa pensante (2/1), se sigue que Dios puede formar (potest formare) ideas. Y las ideas que forma el hombre, siendo modos que expresan la naturaleza de Dios de cierta y determinada manera (2/1), se llaman pensamientos singulares (cogitationes singulares; 2/1) o conceptos del alma (mentis conceptum; 2/d3). Pero la proposición 2/3 demostró que todas ideas o los pensamientos singulares ‘se dan’ (datur; 2/3) de la potestad de Dios de pensar. Hay, entonces, un segundo problema de comprensión: ¿cómo es que el hombre ‘forma’ pensamientos singulares, pero es de la potestad de Dios que ‘se den’? En este respecto, en 2/2e, la Ethica le advierte al lector que no vaya a confundir la potencia de Dios con la potencia humana. (La proposición 4 la dejé de lado)
Refutación del realismo y del idealismo (P 5-6)
Según Geroult, la Proposición 5 refuta la explicación realista de las ideas y la Proposición 6 refuta la explicación idealista de los objetos, y, a cambio de estas explicaciones, cada una de estas dos Proposiciones (5 y 6) hace una contribución a la filosofía. Esto de entrada exige cuatro cosas, que trataré de hacer en la medida de mis posibilidades: por una parte, (I) decir en qué consiste la explicación realista de las ideas y (II) decir por qué la Ethica la refuta; por otra parte, (III) decir en qué consiste la explicación idealista de los objetos y (IV) decir por qué la Ethica la refuta también.
Pero la Proposición 5 introduce el siguiente problema de comprensión adicional, que se hace como el más inmediato: ¿qué significa el adjetivo formal y, con exactitud, el término “el ser formal de las ideas” (esse formale idearum)? Encontré que Nadler daba respuesta a esta pregunta. Leí su propuesta y, en particular, me llamó la atención su ejemplo acerca del sol, por medio del cual ilustró la distinción entre el ser formal y el ser objetivo[7]. Pero fue por un una conversación con el doctor Jorge Aurelio Díaz que me enteré que en el siglo XVII no se decía que los cuerpos o las cosas singulares tuvieran un ser objetivo, sino únicamente un ser formal, ya que el ser objetivo únicamente se decía de los modos del pensamiento. Finalmente, decidí que resolvería desde Gueroult en relación con el ser formal y el ser objetivo. Según Gueroult, el ser formal como esse formale es diferente del ser objetivo como esse objectivum. El ser formal es, sencillamente, la realidad física de cualquier modo (El ser formal de un cuerpo es el ser que es físicamente, como modo de la extensión; el ser formal de una idea es el ser físico de la idea; el ser formal del contenido de una idea es el ser físico del contenido de la idea, etcétera). El ser objetivo, por el contrario, es el contenido de la idea: o sea, lo ideado, el objeto ideado, etcétera (Es, sin excepción, un modo del pensamiento)[8]. Por consiguiente, concluí: que el ser formal es un concepto intra-cogitativo, mientras que el ser objetivo es un concepto que únicamente tiene sentido como concepto del atributo del Pensamiento. Nadler ilustraba esto así: el sol como modo del atributo de la extensión tiene en el cielo un ser formal y el sol como contenido de mi idea tiene un ser objetivo (ya que es un modo del pensamiento).
Dicho lo anterior, daré ahora una explicación de las Proposiciones 5 y 6 de la Segunda Parte de la Ethica. Por una parte, lo que dice la Proposición 5 es que el ser formal de las ideas, su realidad física, reconoce como su causa únicamente al atributo del Pensamiento. Gueroult dice que esta proposición tiene dos resultados: uno positivo y uno negativo. Tiene, por tanto, un resultado doble. (I) Pero primero sobre el resultado negativo. Brevemente, la explicación realista de la producción de las ideas, que es refutada por la Proposición 5, se puede resumir así: las ideas se forman por la acción que un objeto hace sobre el pensamiento humano desde afuera de éste; o, según los términos explicados, el ser formal de las cosas es la causa de las ideas. (II) La Proposición 5 de la Segunda Parte refuta esta explicación realista de la producción de las ideas, porque demuestra, negativamente, que el ser formal de las ideas no es causado, sino por el atributo del Pensamiento de Dios. La Proposición 5, positivamente, establece la autonomía absoluta del Pensamiento en la formación de sus modos[9]. Por otra parte, lo que hace la Proposición 6 es generalizar la Proposición 5: la Prop. 6 no dice únicamente-como la Proposición 5-que los modos del atributo del Pensamiento sean formados únicamente por el atributo del Pensamiento, sino que los modos de cualquier atributo (cuiuscunque attributi modi; 2/6) son formados únicamente por su respectivo atributo. La Proposición 6, al igual que la precedente, tiene tanto un sentido positivo, como uno negativo. (III) Brevemente, la explicación idealista de los objetos, que es refutada por la Proposición 6, se puede resumir así: Dios creador puede producir las cosas a partir de las ideas o de los arquetipos que él tendría antes de las cosas mismas; o, brevemente, las ideas formadas por Dios creador causan las cosas[10]. (IV) La Proposición 6 de la Segunda Parte de la Ethica refuta esta explicación idealista de los objetos, porque demuestra, negativamente, que el atributo del Pensamiento no causa los modos de los atributos distintos al Pensamiento, sino que los modos son causados por su respectivo atributo. Y, de esta manera, se da continuidad a la crítica que se ha hecho contra el concepto vulgar de voluntad divina (Dei liberam voluntatem; 2/2e). La Proposición 6, positivamente, establece la autonomía absoluta de cada atributo en la formación de sus modos. Y, además, como un modo de un atributo no puede ser causado por ningún otro modo de algún atributo diferente, ni antes ni después por éste, se sigue que los modos de los diferentes atributos son causados simultáneamente. El Corolario de la Proposición 6 añade que los modos de su respectivo atributo, en relación con otros, se siguen “de la misma manera y con la misma necesidad” (eodem modo, eademque necessitate). Por consiguiente, las Proposiciones 5 y 6 no sólo han disputado contra y refutado al realismo y al idealismo, sino que han contribuido para darle una autonomía a cada atributo en la formación de sus modos[11]. Pero, también, las Proposiciones han introducido los ‘paralelismos’.
Los ‘paralelismos’ (7-9)
Hay que advertir de modo principal o inicial, como hace Geroult, que el término lógico paralelismo no es de Spinoza y, en cambio, que el término pertenece al vocabulario de Leibniz[12]. Pero, además, no se habla de uno, sino al menos de dos paralelismos. Digo que es lógico y como mínimo dual, porque paralelismo significa que hay una similitud lógica, por una parte, entre la conexión y el orden de los modos de diferentes atributos, y, por otra parte, entre la conexión y el orden de los modos del atributo del pensamiento. La Proposición 7 establece una dimensión lógica del primer tipo: el paralelismo extra-cogitativo. La Proposición 9 establece una del segundo tipo: el paralelismo intra-cogitativo.
Dice la Prop. 7: “el orden y la conexión de las ideas es el mismo que el orden y la conexión de las cosas” (ordo & connexio idearum idem est, ac ordo & connexio rerum). La demostración únicamente se vale del axioma 1/ax4, que dice: “el conocimiento del efecto depende del conocimiento de la causa y lo implica” (Effectus cognitio a cognitione causa dependet, & eandem involvit). Este primer tipo de paralelismo significa entonces lo siguiente. Si llamamos por cosas a los modos de cualquier atributo distinto del atributo del Pensamiento (Y si llamamos ideas o pensamientos singulares a los modos de el atributo del Pensamiento), se sigue, por una parte, ‘casi’ como axioma: que las cosas están ligadas como en una conexión de causas (causarum connexionem; 2/7e[a]); o sea, vemos que una cosa causa a otra y otra cosa causa a otra, y así para el resto, y vemos que hay un orden específico en tanto la causa es esa y no otra y el efecto es ese y no otro, y así para el resto. Ilustraré esto del siguiente modo. Supóngase que hay dos cuerpos: el cuerpo a y el cuerpo b. Supóngase que el cuerpo a es causado por el cuerpo b. Hay una conexión de causa entre ambos cuerpos, porque un cuerpo causa a otro; y hay un orden, porque no es el cuerpo b el que causa al cuerpo a, sino—supongámoslo—al revés. Y se sigue, por otra parte (o, mejor, en paralelo), ‘casi’ como axioma: que los pensamientos singulares tienen la misma conexión de causas que las cosas y el mismo orden que ellas. Esto quiere decir, ilustrativamente, que la idea del cuerpo a y la idea del cuerpo b (Sea lo que sea que signifique ese “del”) no sólo tienen que estar conectadas causalmente, sino que tienen que preservar el orden causal en el que están conectados los cuerpos, de modo que la idea del cuerpo a tiene que causar la idea del cuerpo b, y no al revés. El descrito es un paralelismo extra-cogitativo, según la terminología de Guerault[13], porque los modos del atributo del pensamiento tienen la misma conexión y el mismo orden que los modos de los atributos distintos del pensamiento[14].
La Proposición 9 establece el paralelismo intra-cogitativo[15]. La proposición 9 dice: “La idea de una cosa singular, que existe en acto, tiene como causa a Dios, no en cuanto que es infinito, sino en cuanto que se considera que está afectado por otra idea de una cosa singular que existe en acto, de la cual también Dios es causa, en cuanto que está afectado por otra, y así al infinito” (letra cursiva fuera del texto). Esto quiere decir: que respecto de la conexión y del orden que tienen las ideas de las cosas singulares que existen en acto (Sea lo que sea que signifique la preposición “de”) hay ‘en paralelo’ una conexión y un orden de otras ideas. El paralelismo intra-cogitativo significa lo siguiente. Las ideas simples, por llamarlas de alguna manera, están conectadas causalmente y según un orden. Así, por ejemplo, la idea a y la idea b están conectadas no sólo causalmente, porque una causa a la otra, sino también ordenadamente, porque—supongamos esto—no es la idea b la que causa a la idea a, sino al revés. Y esto debe entenderse como que es en general para las ideas simples. Pero, ‘en paralelo’, hay otro tipo de ideas que son las que tienen un entendimiento del efecto y un entendimiento de la causa. Así, supóngase que hay una idea de la idea a y una idea de la idea b (Sea lo que sea que signifique “de”). La primera, la idea de la idea a, en tanto que la idea a es una causa de otra idea simple, consistirá en ser el entendimiento de la causa. Y la segunda, la idea de la idea b, en tanto que la idea b es un efecto de la idea a, consistirá en ser el entendimiento del efecto. Y así para todas las ideas de ideas. En efecto, no sólo habría un paralelismo intra-cogitativo entre la dimensión lógica de las ideas simples y la de las ideas de las ideas, sino que podría pensarse que hay no sólo un paralelismo intra-cogitativo de ‘segundo orden’ (el de las ideas de ideas en relación con las ideas simples), sino uno de tercero (el de las ideas de ideas de ideas en relación con el de las ideas de las ideas) o de uno de cuarto…ad infinitum. Habrían, en efecto, infinitos paralelismos intra-cogitativos. Y se dice que tal es un paralelismo intra-cogitativo no porque los modos del pensamiento tengan—como el paralelismo extra-cogitativo—la misma conexión y el mismo orden que los modos de los atributos distintos del pensamiento, sino porque unos modos del pensamiento tienen la misma conexión y el mismo orden que otros modos también del pensamiento. Pero, ¿la condición para definir los unos o los otros sería la siguiente: los unos deberían ser de ‘un’ grado menor que los otros; o, lo que es idéntico, los otros ‘un’ grado mayor que los unos? ¿O podría ampliarse el margen de uno a dos, o a tres…ad infinitum? De esto se sigue al menos que el paralelismo intra-cogitativo distingue un criterio para diferenciar las ideas: su grado, aunque este término tampoco es de Spinoza. Esto quiere decir que el atributo del pensamiento tiene una conexión y un orden de ideas de grado uno, y una conexión y un orden de ideas de grado dos—ideas de ideas—, y una conexión y un orden de ideas de grado tres—ideas de ideas de ideas—…ad infinitum, por lo que tiene infinitas dimensiones lógicas.
El paralelismo extra-cogitativo lo resume claramente la Proposición 7. El paralelismo intra-cogitativo lo resume la Proposición 9. Y, quizás, podría hablarse de una preeminencia ontológica del paralelismo intra-cogitativo con respecto al paralelismo extra-cogitativo, por ser el primero, y no el segundo, de infinitas dimensiones lógicas.
Comentario introductorio sobre deducción de la esencia del hombre (P 10-13)
La Proposición 10 tiene un doble sentido: uno positivo y uno negativo. Dice esta Proposición: “A la esencia del hombre no pertenece el ser de la sustancia, o sea, la sustancia no constituye la forma del hombre”. El ser formal del hombre no es sustancial: en eso se resume la Proposición. La Proposición 10, en su sentido negativo, pretende, según Geroult, “destruir las doctrinas que sostienen que el hombre es una substancia” y éstas son las doctrinas peripatéticas y las cartesianas[16]. En su sentido positivo, la proposición 10 pretende decir cuál es una primera determinación de la esencia del hombre. Esto es lo que dice su Corolario: que la esencia del hombre está constituida nada más que por “ciertas modificaciones de los atributos de Dios” (a certis Dei attributorum modificationibus; 2/10c). Así que Spinoza nos obliga a preguntar cuáles son los modos en los que consiste la esencia del ser humano. Esta pregunta, según Gueroult, será respondida por las proposiciones 11-13[17]. Terminaré este ensayo, diciendo que los modos, en los que consiste la esencia del ser humano, son el alma y el cuerpo. Sobre el alma y el cuerpo, véanse las proposiciones 11-13.
[1] “El libro II trata de la psicología racional; psicología, empero, metafísica, porque ella se funda enteramente sobre el estatuto ontológico del alma. Además, aunque accesoriamente y en los límites muy restringidos donde esta psicología le requiere, trata también de la física” (“Le Livre II traite de la psychologie rationnelle; psychologie, toutefois, métaphysique, car elle se fonde entièrement sur le statut ontologique de l’âme. De plus, quoique accessoirement et dans les limites très restreintes où cette psychologie le requiert, il traite aussi de la physique”). Ver tomo II, página 7 en Gueroult, Martial. Spinoza. Paris : Aubier-Montaigne, 1974.
[2] “La metafísica, que Descartes circunscribe a la investigación del fundamento de la Física, es aquí circunscrita a la investigación del fundamento de la Ética. Si ocurre que Spinoza se ocupa de la física, es solamente en la medida que le requiere la ética” (“La métaphysique, que Descartes circonscrit à la recherche du fondement de la Physique, est ici circonscrite à la recherche du fondement de l’Ethique. S’il advient à Spinoza de s’occuper de physique, c’est seulement dans la mesure où le requiert l’éthique”). Ibíd., página 11.
[3] “El alma es la primera cosa que Spinoza examina después de Dios” (“l’Ame (…) est la première chose que Spinoza examine âpres Dieu”). Íbid., páginas 10-11.
[4] “Se puede discernir, dejando de lado las Definiciones y los Axiomas, siete momentos principales: 1o. Deducción de la esencia del hombre: proposiciones 1-13. 2o. Deducción de la imaginación o del conocimiento del primer género: Escolio de la Proposición 13 – Proposición 23. 3o. Deducción de la naturaleza no adecuada y confusa de todo conocimiento imaginativo: Proposiciones 24-31. 4o. Deducción de la naturaleza de la verdad y de la falsedad: Proposiciones 32-36. 5o. Deducción de la Razón o del conocimiento del segundo género (primer grado del conocimiento adecuado): Proposiciones 37-44. 6o. Deducción de la Ciencia Intuitiva o del conocimiento de tercer género (segundo grado del conocimiento adecuado): Proposiciones 45-47. 7o. Deducción de la voluntad como poder de afirmación propio de la idea: Proposiciones 48-49” (“On peut, en mettant à part les Définitions et les Axiomes, y discerner sept moments principaux: 1o. Déduction de l’essence de l’homme: Propositions 1-13. 2o. Déduction de l’Imagination ou connaissance du premier genre: Scolie de la Prop. 13 – Proposition 23. 3o. Déduction de la nature non adéquate et confuse de toute connaissance imaginative: Propositions 24-31. 4o. Déduction de la nature du vrai et du faux: Propositions 32-36. 5º. Déduction de la Raison ou connaissance du second genre (premier dégrée de la connaissance adéquate): Propositions 37-44. 6o. Déduction de la Science Intuitive, ou connaissance du troisième genre (deuxième degré de la connaissance adéquate): Propositions 45-47. 7o. Déduction de la Volonté comme puissance d’affirmation propre de l’idée: Propositions 48-49”). Íbid., página 13.
[5] Gueroult resume este primer momento, así dividido, de la siguiente manera breve: “La esencia del hombre es la unión de un cuerpo y de un alma; es decir, de un cuerpo y de la idea de este cuerpo”. (“L’essence de l’homme est union d’un Corps et d’une Ame, c’est-à-dire d’un corps et de l’idée de ce corps (1er moment)”). Íbid., página 13.
[6] “La déduction de l’essence de l’Homme s’étend des Propositions 1 à 13. Elle comprend trios étapes: 1o déduction de la Pensée et de l’Entendue comme attributs de Dieu (Propositions 1-2); 2º déduction de l’entendement divin, de ses idées, et du « parallélisme » (Propositions 3-8); 3º déduction de l’essence de l’Ame et de l’Homme (Propositions 9-13)”. Íbid., página 37.
[7] "En el siglo diecisiete, existir 'formalmente' es tener un ser real o actual; existir 'objetivamente' es (de modo contrario a como usamos la palabra hoy) existir en la mente como algo pensado, como un objeto del pensamiento -esto es, como el contenido de la idea. El sol tiene una existencia formal en el cielo; cuando pienso acerca del sol, él también tiene una existencia objetiva en mi mente como el contenido de mi idea (del sol). Así, los modos del Pensamiento (o ideas particulares) -como todos los modos finitos- tienen su propia realidad formal como modos. Pero ellos (de manera distinta a los modos finitos de otros atributos) también son de las cosas; ellos son únicamente de las cosas que están contenidas objetivamente en ellos)” (“In the seventeenth century, to exist 'formally' is to have real or actual being; to exist 'objectively' is (contrary to the way we use the word today) to exist in the mind as something though about, as an object of thinking -that is, as the content of an idea. The sun has formal existence in the sky; when I think about the sun, it also thereby has objective existence in my mind as the content of my idea (of the sun). Thus, the modes of Thought (or particular ideas)-like all finite modes- have their own formal reality as modes. But they (unlike modes of other attributes) are also of things; they are of just those things that are contained objectively in them). Nadler, Steven. Spinoza's ‘Ethics’: An Introduction. Cambridge University Press: West Nyack, 2002. Páginas 124-125.
[8]“«El ser formal de las ideas es un modo del pensamiento (para notarse por sí)», Prop. 5, dem, fórmula simétrica a la que se encuentra en el Corolario de la Proposición 6: «El ser formal de las cosas que no son modos del pensar»—Formal significa en este caso físicamente real. Por ejemplo, la realidad física de la idea como modo real de cierta realidad física substancial que es el atributo del Pensamiento; así: «el ser formal de la idea del círculo» (II, Escolio de la Prop. 7); o la realidad física del objeto representado por la idea: el ser formal del círculo, el ser formal del cuerpo. El ser formal se opone al ser objetivo, que es el contenido representativo de la idea y que, de realizarse, se distingue tanto del ser formal de la idea como del ser formal de la cosa representada en su contenido” (“«Esse formale idearum modus est cogitandi (ut per se notum)», Prop. 5, dém., formule don ton trouve le symétrique dans le Corollaire de la Proposition 6; «Esse formale rerum, quae modi sunt cogitandi». – Formel signifie en l’espèce physiquement réel, par exemple la réalité physique de l’idée comme mode réel de cette réalité physique substantielle qu’est l’attribut Pensée; ainsi: «l’être formel de l’idée du cercle» (II, Scolie de la Prep. 7, Ap., p. 133, Geb., II, p. 90, 1. 20); ou la réalité physique de l’objet représenté par l’idée: l’être formel du cercle, l’être formel du corps. L’esse formel s’oppose à l’esse objectivum qui est le contenu représentative de l’idée et qui, de ce fait, se distingue tant de l’esse formale de l’idée que de l’esse formale de la chose représentée dans ce contenu”). Gueroult, Op. Cit., página 57, nota al pie de página número 29.
[9] “El resultado de la Proposición 5 es doble: a) positivo, al establecer la autonomía absoluta del atributo del Pensamiento en la producción de sus modos; esto es, de sus ideas; b) negativo, al refutar la explicación realista de la producción de las ideas: ni la idea de Dios ni las ideas que Dios tiene de otras cosas que él produce, se explican por la acción que el objeto ejerce desde afuera del pensamiento” (“Le résultat de la Proposition 5 est doublé: a) positif, il établit l’autonomie absolue de l’attribut Pensée dans la production de ses modes, c’est-à-dire de ses idées; b) négatif, il réfute l’explication réaliste de la production des idées: ni l’idée de Dieu, ni les idées que Dieu a de toutes les choses qu’il produit, ne s’expliquent par l’action que l’objet exercerait du dehors sur la pensée”). Íbid., páginas 60-61.
[10] “Puesto que todas las cosas son causadas por el atributo propio de ellas independientemente de otros atributos, Dios no produce las cosas a partir de las ideas o de los arquetipos que él tendría antes de las cosas, sino que él produce simultáneamente las cosas y las ideas de las cosas a partir de los atributos que les son propios” (“Puisque toutes les choses sont causées par leur attribut propre indépendamment des autres attributs, Die une produit pas les choses à partir des idées ou des archétypes qu’il aurait préalablement de ces choses, ais il produit simultanément les choses et les idées de ces choses à partir des attributs qui leur sont propres”). Íbid., página 61, al final.
[11] “Mientras que la Proposición 5 refutó la explicación realista de las ideas, la Proposición 6 refutó la explicación idealista de los objetos de ellas: en Dios, las ideas no son más la causa de los objetos como los objetos no son la causa de las ideas, y los objetos tienen, en relación con la de las ideas de ellos, la misma independencia absoluta que las ideas, en relación con los objetos de ellas” (“Alors que la Proposition 5 réfute l’explication idéaliste de leurs objets: en Dieu, les idées ne sont pas plus la cause des objets que les objets ne sont la cause des idées, et les objets ont, à l’égard de leurs idées, la même indépendance absolue que les idées à l’égard de leurs objets”). Íbid., página 62.
[12] “El término [“le parallélisme"> el paralelismo] que no es de Spinoza y que pertenece al vocabulario de Leibniz” (“Terme qui n’est pas de Spinoza et qui appartient au vocabulaire de Leibniz; cf. Leibniz, Considérations sur la doctrine d’un esprit universel (1702)”, etc). Íbid., página 64.
[13] “(…) puede ser llamado extra-cogitativo” (“(…) peut être dit extra-cogitatif”). Íbid., página 66.
[14] Gueroult polémico va más allá y dice que en este paralelismo extra-cogitativo cada cosa es como representada por cada idea y en este sentido es su objeto, por lo que las ideas son el ser objetivo de las cosas y son consideradas, por tanto, como una “esencia objetiva”. Según Gueroult, este es un primer aspecto de las ideas: “La idea considerada como esencia objetiva o representación de una cosa distinta de un modo del pensamiento. A este aspecto de la idea le corresponde el paralelismo extra-cogitativo” (“L’idée considérée comme essence objective ou représentation d’une chose autre qu’un mode de la Pensée. A cet aspect de l’idée correspond le parallélisme extra-cogitatif”). Íbid., página 70. Precisamente, es de hablar de representación de lo que me ha precavido el doctor Jorge Aurelio Díaz.
[15] Según Geroult, este paralelismo ya había sido desarrollado ‘virtualmente’ por una Proposición precedente del mismo libro: “Este paralelismo [el intra-cogitativo] estaba virtualmente desarrollado en la Proposición 5, porque, puesto que [el atributo de] el pensamiento produce sus modos por sí solos, las ideas, en tanto que modos del [atributo del] pensamiento, deben engendrarse en el [atributo del] pensamiento los unos a los otros según el orden y la conexión de las causas en el [atributo del] pensamiento” (“Ce parallélisme était virtuellement enveloppé dans la Proposition 5, car, puisque la Pensée produit ses modes par elle seule, les idées, en tant que modes de la Pensée, doivent s’engendrer dans la Pensée les unes les autres selon l’ordre et la connexion des causes dans la Pensée”. Íbid., página 67, al final).
[16] Íbid., página 111.
[17] “Si sabemos a partir de ahora que la esencia del hombre está constituida de modos, no sabemos todavía de qué modos consiste. Esta nueva determinación es aportada por las Proposiciones 11, 12 y 13” (“Si nous savons désormais que l’essence de l’homme est constituée de modes, nous ne savons pas encore en quoi ces modes consistent. Cette nouvelle détermination est apportée par les Propositions 11, 12 et 13”). Íbid., pg. 115.
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