Mónica Andrade Pardo
Agosto 15 de 2011
Código: 200911031
Seminario Spinoza
Prof. Jorge Aurelio Díaz
Ponencia # 1
Tema: La cuestión acerca del método: analítico – sintético; el more geométrico; especulación y experiencia.
El more geométrico, método multifacético.
La obra principal de Baruch Spinoza, Ética demostrada según el orden geométrico, ha sido objeto de estudio de la filosofía no sólo por su contenido temático, sino por el método sistemático que emplea para exponer ideas de orden filosófico. Pues a través de una estructura deductiva propia del análisis matemático, Spinoza habla de la naturaleza como unidad, o como totalidad que manifiesta la esencia divina y perfecta de Dios.[1] Es decir, mediante una serie de definiciones y axiomas, seguidos por proposiciones y demostraciones que culminan con algunos corolarios y notas, Spinoza expone su teoría de la realidad. Según él, la idea de Dios como sustancia es aquella que se concibe a sí misma y existe independientemente de cualquier otro pensamiento.[2] Por eso, si se adquiere el conocimiento de esa sustancia, se sigue lógicamente que ella existe, pues su idea misma implica que es capaz de concebirse a sí misma. Y el mundo sensible que nos rodea no es una creación de ese Dios sino que al contrario, es una manifestación de su esencia divina. Es decir, Dios no es libre de planear el mundo real y material como Él prefiera, sino que éste coexiste con su esencia y al ser una manifestación de su perfección, se rige por una serie de leyes fijas que excluyen al azar.[3] Por lo tanto, el intelecto humano está en la capacidad de descubrir esas leyes para comprender la naturaleza en su totalidad, y cualquier deducción a partir de la idea de Dios como sustancia será válida necesariamente. Así, el objetivo de este trabajo es evaluar hasta qué punto el método geométrico se muestra necesario para desarrollar dichas deducciones, o si es más bien una herramienta pedagógica para transmitir de manera clara y desmenuzada, un conocimiento innovador y polémico para la época en que surge. Incluso se pretende analizar, si el more geométrico no puede llegarse a considerar como una mera herramienta literaria, que busca impregnar de respetabilidad y objetividad los planteamientos filosóficos del autor. Esto último, tal vez con el propósito de desprestigiar a la autoridad eclesiástica y reveladora de su época.
Ahora, en primer lugar hay que destacar el carácter sintético del método spinozista. Pues éste deriva de la unidad o totalidad de la naturaleza, aquello que es válido afirmar sobre su realidad. En otras palabras, sólo como parte de un todo perfectamente constituido, tienen sentido cada una de las partes que de él se puedan derivar. Por eso, la deducción de Spinoza toma como punto de partida la existencia de Dios, como sustancia primera y garante de un orden perfecto en la naturaleza. Dicho método podría contraponerse al método kantiano o cartesiano, que tienen una estructura evidentemente analítica. Pues para ellos no hay un conjunto de leyes fijas e inamovibles que rijan al mundo y que permitan concebirlo como unidad. Al contrario, únicamente un análisis de cada uno de los elementos que componen la realidad, puede dar cuenta de ella. En otras palabras, no hay un conjunto de leyes necesarias que articulen la naturaleza, sino una serie de causas y efectos aislados que pueden estudiarse por separado. Además, el “Genio Maligno” de Descartes es un supuesto problemático para la filosofía de Spinoza. Pues si Dios tiene la capacidad de engañar al hombre, haciéndole creer que sus pensamientos y deducciones (enmarcados dentro de una estructura lógica como la de las matemáticas) son verdaderos, aunque en realidad sean una mera invención de su imaginación divina, no hay ninguna forma en que el ser humano pueda acercarse a la verdad. Por eso, para resolver este dilema, Descartes acude a la necesaria perfección de la idea de un Dios omnipotente, que lo libraría de ser engañador. Pero entonces, el fundamento de todo conocimiento racional sería la buena voluntad de Dios, más no habría razón alguna para concebir el mundo como totalidad. Pues para Descartes Dios es creador de la naturaleza[4] y en ese sentido, su existencia no conforma una totalidad como el Dios de Spinoza, cuya manifestación toma lugar en la misma naturaleza. Es por eso que Descartes, debe analizar una por una las conclusiones a las que llega mediante el entendimiento, para determinar si son válidas ellas en sí mismas y luego derivar en un conjunto de pensamientos verdaderos. Ello es evidentemente contrario al proceso que lleva a cabo el sistema sintético de Spinoza.
Sin embargo, además de emplear un método sintético, Spinoza utiliza el more geométrico. Entonces, conviene analizar las diversas razones que parecen justificar el uso de un sistema geométrico en un tratado ético-filosófico. En primer lugar, hay que tener en cuenta la explicación que el propio Spinoza parece brindar para ello, en la tercera parte de la Ética demostrada según el orden geométrico: “son siempre las mismas, en todas partes, las leyes y reglas naturales según las cuales ocurren las cosas y pasan de unas formas a otras; por tanto, uno y el mismo debe ser también el camino para entender la naturaleza de las cosas, cualesquiera que sean, a saber: por medio de las leyes y reglas universales de la naturaleza.”(E III, pref.) Es decir, Spinoza quería guiar su pensamiento filosófico mediante un sistema de reglas fijas, que fuera acorde con la unidad perfecta y ordenada de la naturaleza, siendo ésta la manifestación de la esencia de Dios. Por eso se inclinó hacia el método geométrico, buscando estudiar la realidad de una manera completamente racional, donde no hubiera cabida para sentimientos, prejuicios y emociones que contaminaran el camino intelectual de su reflexión filosófica: “trataré de la naturaleza y fuerza de los afectos, y de la potencia del alma sobre ellos, con el mismo método con que en las Partes anteriores he tratado de Dios y del alma, y consideraré los actos y apetitos humanos como si fuese cuestión de líneas, superficies o cuerpos.”(E III, pref.)
Así, para Spinoza el método geométrico impregnaba de objetividad y racionalidad a la reflexión filosófica, escapando de toda duda o ignorancia. Pues para él, el método expresaba adecuadamente su convicción de que las estructuras mentales, adquiridas mediante el razonamiento lógico a partir de la idea de Dios, coinciden con las estructuras de la realidad que se percibe mediante la experiencia.[5] Es decir, desde su perspectiva filosófica, el mundo natural se rige por leyes fijas, que pueden ser deducidas por la mente de manera racional. En pocas palabras, la idea de Dios como sustancia que se concibe a sí misma y por lo tanto necesariamente existente, más la idea del mundo real como manifestación de la esencia perfecta de Dios, implican la necesidad de cualquier deducción derivada a partir de ellas y dicha deducción, sólo puede librarse de cualquier otro supuesto no válido mediante el more geométrico.[6] Por eso, varios autores como Shumueli en su artículo The Geometrical Method, Personal Caution and the Idea of Tolerance, afirman que el método geométrico propiciaba la eliminación del dualismo espíritu-cuerpo o pensamiento-realidad. En conclusión, una primera justificación del método geométrico, tiene que ver con el hecho de que parece ser necesario para expresar el contenido de la filosofía spinozista, o al menos parece estar íntimamente relacionado con él.
Ahora, algunos autores han sostenido que científicos y filósofos del siglo XVII, contemporáneos a Spinoza, pudieron haber tenido cierta influencia sobre su trabajo.[7] Pues el desarrollo de la ciencia y el racionalismo, estaba en su máximo auge durante esos años, ya que despertaba una confianza en la certeza de sus afirmaciones, que no lograba transmitir la verdad mística y autoritaria de la religión católica, judía o protestante. En otras palabras, el método spinozista parecía ofrecer un conocimiento matemático deductivo, que se obtenía mediante la sabiduría y la razón, en contraposición a las verdades religiosas de la época, que no consistían de conocimiento verdadero alguno, sino en convicciones morales y éticas más allá de toda razón.[8] Por eso, Shmueli llega incluso a afirmar, que tal vez el método geométrico era para Spinoza una simple herramienta de innovación, que expresaba su pensamiento de una manera completamente diferente a los demás y así le otorgaba importancia y respetabilidad.[9]
Sin embargo, también se ha llegado a afirmar que el método geométrico era un instrumento pedagógico, que Spinoza empleaba para transmitir conocimiento a sus discípulos: “…Wolfson, too, emphasizes that the geometrical method was considered by Spinoza as a most convenient device of instruction because of the clearness and distinctness with which it was believed to delineate an argument.” (Shmueli, 201) Es decir, el poder expresar un pensamiento sistemáticamente, mediante definiciones, proposiciones y demostraciones que evidenciaran su completa claridad y justificación, pudo ser un motivo por el que Spinoza eligió el método geométrico, para transmitir ideas tan polémicas en su época, en donde la fe y la religión estaban profundamente asentadas.
Pero el mismo Shmueli afirma en otro pasaje de su artículo, que a pesar de la claridad del método geométrico, éste mismo guarda sus contradicciones y obscuridades: “The Ethics is a peculiar piece of writing, because its arguments are not fully unfolded. In spite of its forceful method, the work has often been characterized as unclear and contradictory.” (Shmueli, 201) Y este hecho, el autor lo justifica aludiendo al carácter solitario y aislado de la personalidad de Spinoza, pues éste mismo pensaba que para reflexionar filosóficamente debía apartarse del vulgo o la gente común. Ahora, el artículo de Shmueli cita algunos apartados de textos que Spinoza escribió sin emplear el método geométrico, tales como prefacios, apéndices, notas y cartas o correspondencias en las que el pensador se expresa de una manera un tanto impulsiva: “…The non-geometrical assertions loaded with harsh rebukes, refutations, ridicule, and scorn.” (Shmueli, 209) Esto ha llevado a muchos intérpretes de la obra de Spinoza a suponer, que el método geométrico tiene algo de persuasivo. Pues al mostrar una cierta objetividad, mediante argumentos que parecen guiarse meramente por la razón, pueden estarse disfrazando ciertos prejuicios y arbitrariedades en los planteamientos.[10] Esto querría decir, que tal vez el mismo contenido expresado en el método geométrico, podría expresarse de manera diferente y entonces el more geométrico no sería estrictamente necesario.
En ese sentido, Shmueli y otros autores, afirman que la estructura geométrica de la obra de Spinoza, podía llegar a generar una cierta tolerancia por su pensamiento heterodoxo, de parte de sus mayores opositores como la Iglesia y la religión. Pues tal vez, al expresarse de una manera impersonal y plenamente justificada, Spinoza evitaba un confrontamiento directo con aquellos dogmáticos y creyentes religiosos, que juzgaban duramente su obra y ponían en peligro su situación legal y social. Así el more geométrico podía ser una herramienta, para convencerlos de que su obra no expresaba solamente su opinión personal, sino una verdad universal muy difícil de rechazar de manera racional. Entonces, además de la posible necesidad del método geométrico para expresar la teoría spinozista de la realidad, es posible que éste haya sido empleado por Spinoza como un instrumento pedagógico o como una herramienta literaria, para que su trabajo fuera respetable, convincente y tolerable.
Sin embargo, antes de reunir las ideas más importantes de este análisis, no puede faltar una breve explicación de la relación que tiene el more geométrico, con el conocimiento especulativo y la experiencia. En primer lugar, para Spinoza la sola experiencia no es capaz de proveer ninguna verdad absoluta, ella es tan solo un nivel básico de conocimiento que él llama ideas confusas, pues están aisladas del pensamiento de la idea de Dios y por lo tanto, no pueden adquirir ningún sentido hasta que no sean consideradas como parte de la unidad de la naturaleza.[11] Es decir, sólo cuando se tiene la idea de Dios cuya esencia perfecta se manifiesta en todas las cosas, puede tenerse una idea adecuada[12] de aquello que conocemos mediante la experiencia. En otras palabras, únicamente una deducción racional a partir de la idea de Dios como sustancia, otorga sentido a aquello que experimentamos. Así lo expresa el mismo Spinoza en la segunda parte de la Éitca: “no se da en Dios un conocimiento adecuado de los cuerpos exteriores, ni de las partes componentes del cuerpo humano, en cuanto se le considera afectado por el alma humana, sino en cuanto se le considera afectado por otras ideas. Por consiguiente, dichas ideas de afecciones, en cuanto referidas sólo al alma humana, son como consecuencias sin premisas, es decir, ideas confusas.” (E II, P28, Dm). Aquí hay que tener en cuenta, que el alma y el cuerpo se refieren a lo mismo según el pensamiento de Spinoza. Por lo tanto, el pasaje especifica que la experiencia está absolutamente ligada a la reflexión o pensamiento de ella misma. Por eso, es imposible conocer mediante una mera afección o percepción física, ya que su necesidad y sentido sólo se aprecian al relacionar su idea con la unidad de la naturaleza o la esencia de Dios.
Ahora bien, tampoco el conocimiento especulativo o aquél que se fundamenta únicamente en ideas racionales, deriva en una verdad completa y absoluta desde la filosofía de Spinoza: “Si el cuerpo humano no es afectado en modo alguno por ningún cuerpo exterior, entonces tampoco la idea del cuerpo humano, es decir, tampoco el alma humana, es afectada en modo alguno por la idea de la existencia de ese cuerpo, o sea, no percibe en modo alguno la existencia de dicho cuerpo exterior.” (E II, P26, Dm). En otras palabras, aquellas ideas que provienen únicamente de la especulación, (el pensamiento que se piensa a sí mismo), son inadecuadas en la medida en que están aisladas de la manifestación material y divina de la esencia de Dios en la naturaleza.[13] En conclusión pues, la filosofía spinozista no distingue entre alma y cuerpo, mente y realidad. Para ella, toda idea verdadera debe estar asociada racionalmente a la idea de Dios y a su vez, debe tener alguna manifestación que se nos presente mediante la experiencia y que sea parte de la unidad que conforma la misma naturaleza.[14]
Ahora sí, teniendo claridad sobre lo anterior, vale la pena resaltar las ideas más significativas de este análisis. En primer lugar, habría que señalar los múltiples propósitos que pueden atribuírsele al método geométrico spinozista. Pues aunque el propio Spinoza puede haberlo considerado necesario para expresar el contenido de su obra, también puede observarse cómo evidentemente, pudo haber sido un instrumento pedagógico que propiciaba claridad y congruencia a sus pensamientos, o incluso una herramienta literaria, que le otorgaba respetabilidad y objetividad a sus planteamientos. Sin embargo, desde el punto de vista de algunos autores como Shmueli, es probable que el mismo Spinoza no se negara a aceptar, estas otras hipótesis sobre el por qué de su método. Pues indudablemente el contexto en el que su pensamiento surgió, tuvo que haber tenido cierta influencia sobre su manera de expresarse. Así, tal vez si sus planteamientos no fueran tan polémicos para la época, o no contaran con una gran cantidad de enemigos y opositores, Spinoza no se hubiera expresado de una manera tan sistemática. Es decir, hubiera podido escribir su obra de una manera reflexiva, aclarando que ésta era una simple opinión personal y no una verdad plenamente justificada por un método matemático-deductivo.
Así, esta última reflexión sobre la importancia del contexto histórico en el que se desarrolla un pensador, nos invita a pensar qué tan válido puede llegar a considerarse actualmente, un método geométrico como forma de enseñanza para la filosofía. Indudablemente el prestigio y la respetabilidad de un método tal, es mucho menor en la modernidad. Hoy en día, ha sido posible cuestionar la exactitud y la verdad de las matemáticas y la ciencia. Por eso, emplearlas como método para expresar el pensamiento filosófico, no resultaría más que contradictorio y absurdo. Entonces, se vuelve evidente que el contexto en el que se desarrolla la obra de Spinoza, determina fuertemente el por qué de su método, así como la manera en que el texto es recibido o no en su sociedad. En ese sentido, tampoco es absurdo afirmar que el more geométrico podía llegar a promover una cierta tolerancia por el pensamiento spinozista. Pues aunque éste toma como punto de partida la esencia benevolente y perfecta de Dios, estando así en cierta medida a favor de la religión, no puede evitar desprestigiar a la autoridad eclesiástica, al enfrentar su verdad revelada con una verdad plenamente justificada de manera racional. Es decir, el pensamiento de Spinoza no puede considerarse completamente opuesto al de la religión católica, judía o romana que se fundamenta en la existencia de Dios. Más bien, debería considerarse ambiguo en este sentido, pues toma el mismo punto de partida que ellas, aunque lo desarrolla de una forma completamente distinta. Por eso, no hay que descartar que el método geométrico pudiera llegar a ser más tolerante para las autoridades eclesiásticas, en la medida en que justifica plenamente cada afirmación o proposición. Mucho más repudiable les hubiera podido resultar una simple reflexión personal que desprestigiara su fe.
Bibliografía:
- Spinoza, Baruch. (1988). Tratado de la reforma del entendimiento. Alianza Editorial. Madrid, España. Traductor: Atilano Domínguez.
- Spinoza, Baruch. (1987). Ética demostrada según el orden geométrico. Alianza Editorial. Madrid, España. Traductor: Vidal Peña.
- Shmueli, Efraim. (1978). “The Geometrical Method, Personal Caution, and the Ideal of Tolerance”. Spinoza: New Perspectives. University of Oklahoma Press. First edition. pp. 197-215.
- Lewis, Douglas. (1978). “On the Aims and Method of Spinoza´s Philosophy”. Spinoza: New Perspectives. University of Oklahoma Press. First edition. pp. 217-236.
Nota: Las fuentes bibliográficas consultadas fueron citadas según las normas de citación del ICONTEC, a excepción de las citas textuales tomadas de la obra de Spinoza, las cuales fueron citadas de la siguiente manera:
Se alude en primer lugar a la obra de la que fueron tomadas (E, corresponde a la Ética y TdRE corresponde a Tratado de la reforma del entendimiento), y luego se cita el apartado del que fueron tomados (ya sea prefacio, demostración, proposición etc.).
Dicha forma de citar fue extraída de los mismos artículos consultados, escritos por reconocidos intérpretes de la obra de Spinoza.
[1] “Spinoza´s explicit aim, then, was to reduce the universe to a unified whole governed by unchangeable laws and thus overcome the dualisms of God and material world, soul and body, thought and extension.” (SHMUELI: 1978, 204)
[2] “Por substancia entiendo aquello que es en sí y se concibe por sí, esto es, aquello cuyo concepto, para formarse, no precisa del concepto de otra cosa.” (E I, III Def.)
[3] “…Que todas las cosas son en Dios y dependen de Él, de suerte que sin Él no pueden ser ni concebirse; y, por último, que todas han sido predeterminadas por Dios, no, ciertamente, en virtud de la libertad de su voluntad o por su capricho absoluto, sino en virtud de la naturaleza de Dios, o sea, su infinita potencia, tomada absolutamente.”
(E I, Apen.)
[4] “Descartes´main reason for not employing the geometrical method in its literary form of Euclidean demonstration was probably that he did not conceive the universe as ruled totally by laws of necessity of a mathematical character. His world was still a world of final causes, divine intervention and providence, and free will. The mathematical method served his theories only as demonstrations for analogies.” (Shmueli, 207)
[5] “The geometrical method seemed to Spinoza to be the perfect instrument for such a world view. It served as a demonstration of how the world was implicated in God and not created. The coextension of God and the world leaves nothing which transcends the actual and turns all the actual into the necessary, ruling out the other modal concepts of the contingent and the possible as human illusions. Nothing can be, but what is.” (Shmueli, 204)
[6] …Resulta, una vez más, evidente que, para que nuestra mente reproduzca perfectamente el modelo de la Naturaleza, debe hacer surgir todas sus ideas a partir de aquella que expresa el origen y la fuente de toda la Naturaleza, a fin de que también ella sea la fuente de las mismas ideas.” (TdRE, IV, [42])
[7] “…Spinoza followed seventeenth-century scientists and philosophers, particularly Hobbes and Descartes, who, in search of reliable method investigation, came to believe that the mathematical model conveys the greatest certainty.” (Shmueli,198)
[8] “In questioning the authority of prophetic revelation, he makes a clear distinction between the judgment of reason based on mathematical certitude and the moral conviction of prophecy which aims only to establish rules of right living.” (Shmueli, 205)
[9] “He had something new to say, and he wished to say it in a new eay.” (Shmueli, 202)
[10] “Spinoza´s interpreters still debate the question of whether the premises stated as axioms, definitions, and postulates are to be construed as descriptive elucidations of self-evident principles and of what can be deduced from them, or disguised normative positions, “persuasive definitions”.”(Shmueli, 209)
[11] “He calls the kind of knowledge that has its source in the suggestions of experience the first kind of knowledge, opinion, or imagination.”(LEWIS:1978, 230)
[12] “Entiendo por idea adecuada una idea que, en cuanto considerada en sí misma, sin relación al objeto, posee todas las propiedades o denominaciones intrínsecas de una idea verdadera.”(E II, IV pref.)
[13] “Cuando el alma humana considera los cuerpos exteriores por obra de las ideas de las afecciones de su propio cuerpo, decimos entonces que
[14] “…Todas las ideas que se dan en Dios son por completo conformes con lo ideado por ellas, y, de esta suerte, son todas verdaderas.” (E II, P37, Dm).
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