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Ver el Mapa de la segunda parte de la Ética.
La esencia o forma del hombre, demostrada según el orden geométrico (Comprende principalmente 2/10, 2/10e1, 2/10c)
La proposición 2/10 de la Ethica consta, primero, de lo que tuvo que ser demostrado (Y ésto equivale a la perífrasis pasiva quod erat demonstrandum, Q.E.D.) y , segundo, de su demonstración (la demonstratio propiamente; o sea, la "Demostración:"). Pero esta demostración no es la única que se hace de lo que tuvo que ser demostrado.
En seguida, en 2/10e, en el Escolio de la misma proposición 2/10 se demuestra distintivamente lo que tuvo que ser demostrado; o sea, se dan otras demostraciones, diferentes de la demostratio: una más (Demonstratur etiam...) y otra (Patet praeterea...).
Es así que la proposición 2/10 y su Escolio primero (2/10e), que le sigue inmediatamente, forman una unidad lógica. Resultan ser sus elementos, al agruparlos, por una parte, lo que tuvo que ser demostrado y, por otra parte, las tres demostraciones.
Pero la primera demostración se distingue de las dos restantes, ya que es incluída en la proposición 2/10, pero no las restantes dos que, como demostraciones alternativas, se incluyen en el Escolio primero (2/10e).
Las tres demostraciones, consideradas como una sub-unidad, supongo que tienen de distintivo el que la primera sea más clara que las restantes, y el que la segunda sea más clara que la tercera (Afirmo que no es en vano que los axiomata antecedan a las proposiciones en el orden geométrico. Lo que presupongo es esta analogía) (Y presupongo el que haya que partir de la idea verdadera y que, por tanto, en el principio haya de haber mayor claridad) (Y reitero que hay un orden de filosofar u ordinem philosophandi, como dirá el Escolio 2/10e2).
Lo que tuvo que ser demostrado en 2/10 fue: que el ser de la substancia (Esse...substantiae) no estaba enrollado, cubierto o, literalmente, envuelto (del verbo involvo) en la esencia o forma del hombre (essentiam hominis o formam hominis-como quiera llamársele-). A ésta-a la forma del hombre-no pertenece aquél-el ser de la substancia- por las siguientes tres demostraciones según el orden geométrico.
Primera demostración, etc. El hombre no existe necesariamente, sino que "en el orden de la naturaleza es tanto posible que suceda que este y aquel hombre exista, como que no" (Ver 2/ax1: ex naturae ordine tam fieri potest, ut hic et ille homo existat, quam ut non existat). De esta prim. demos. se sigue que el hombre tiene la posibilidad de existir, pero no porque sea necesaria; sólo porque es una posibilidad condicionada. La esencia o forma del hombre, al no implicar su existencia necesariamente, no es una causa de sí (Ver 1/d1: causam sui); y, como no es lo que es en sí, no es tampoco lo que es en sí y lo que se concibe por sí; o sea no le pertenece el ser de la substancia (Ver 1/d3: id quod in se est et per se concipitur). No dándose nada más que la sustancia y que los modos (1/15: Atqui praeter substantias et modos nil datur), y no siendo en la esencia o forma del hombre el ser de la substancia, se sigue que la esencia o forma del hombre "es en otro y se concibe por el otro también" (1/d5: id quod in alio est, per quod etiam concipitur) y es, particularmente, un modo en el que los atributos de Dios se expresan de una cierta y determinada manera (1/25c: modi, quibus Dei attributa certo et determinato modo exprimuntur). Es ésto lo que concluye el Corolario 2/10c, o proposición deducida de la demostrada primeramente (2/10), que dice que "por tanto, se sigue que la esencia del hombre es constituída por ciertas modificaciones de los atributos de Dios" (Hinc sequitur essentiam hominis constitui a certis Dei attributorum modificationibus). La esencia o forma del hombre es una cosa determinada por la necesidad de la naturaleza divina, ya que "todas las cosas son determinadas por la necesidad de la naturaleza divina, no sólo a existir, sino también a existir y operar de cierto modo, y nada contingente se da" (Ver 1/19: omnia ex necessitate divinae naturae determinata sunt, non tantum ad existendum, sed etiam ad certo modo existendum et operandum, nullumque datur contingens). Eso en cuanto a la esencia del hombre como modo de los (modificados) atributos de Dios o como ser en el otro o, con precisión, como las afecciones de la substancia (1/d5: Per modum intelligo substantiae affectiones, "Por modo entiendo las afecciones de la substancia").
Seg. demost. etc. Pueden existir, como se acaba de decir, éste o aquél (hombres); esto es, pueden existir 'varios' hombres (Ver este 'axioma encubierto', como he propuesto llamarlo, escrito en 2/10e1, donde dice que plures homines existere possint; y verlo escrito también en una oración en 2/d7, encabezada, empero, por la conjunción condicional si, que dice: "Si varios individuos concurren a una misma acción...", Quod si plura individua in una actione ita concurrant...) y, como los 'varios' son hombres-o sea, conforme dice otro axioma, que hay que sobreentender de 2/ax1, que los hombres tienen una misma naturaleza, ya que tienen una esencia o forma-, no pueden darse en él-en el hombre-dos o más sustancias, ya que "no se dan dos [o más] sustancias de la misma naturaleza" (Ver que en 2/10e1 se dice eso mismo: duae eiusdem naturae substantiae non dentur). Por consiguiente, no hay un único hombre ni varios de múltiple naturaleza, sino múltiples hombres de única esencia o forma; o sea, el hombre es múltiple con respecto a su existir y único con respecto a su esencia. Eso en cuanto a la esencia del hombre en relación con la unicidad y la multiplicidad.
Terc. demost. etc. "Por las restantes propiedades de la substancia" (Léase el complemento instrumental de causa en 2/10e1 que dice ex reliquis substantiae proprietatibus). Esto quiere decir que el hombre no compartirá esas restantes propiedades y, por el contrario, le faltarán. ¿Qué propiedades le faltan al hombre? Carece de una naturaleza infinita, inmutable, indivisible, y demás (etcetera), porque dijo la Ethica que "la substancia es por su naturaleza infinita, inmutable, indivisible, etc., como cada uno puede fácilmente ver" (Leer hacia el final de 2/10e1 que dice: ...substantia sit sua natura infinita, immutabilis, indivisibilis etc., ut facile unusquisque videre potest). Entonces, las propiedades que no tiene el hombre son más de tres y las tres que como mínimo carece son las de la infinitud, de la inmutabilidad y de la indivisibilidad. Eso en cuanto a la esencia del hombre como algo carente de las propiedades de la substancia.
Y de las tres demostraciones, vistas ahora como una unidad lógica, se sigue que el ser de la substancia no pertenece a, o no está envuelta en, la esencia o forma del hombre, sino que la esencia o forma del hombre, no perteneciéndole la substancia, es causada, así como la existencia del hombre, por la causa eficiente, Dios, ya que "Dios no es sólo la causa eficiente de la existencia de las cosas, sino también de su esencia" (Ver 1/25: Deus non tantum est causa efficiens rerum existentiae, sed etiam essentiae).
El orden del filosofar que requiere la comprensión de la esencia o forma del hombre (2/10e2)
El orden del filosofar resuelve qué es lo anterior y qué es lo posterior entre lo que se debe contemplar (2/10e2). En la Ethica se segura que lo primero, o lo más anterior, es la naturaleza divina (2/10e2: ...naturam divinam...ante omnia contemplari debebant..., "Debían contemplar a la naturaleza divina antes de nada").
Y, habiendo hallando que la mayoría estaba en disconformidad con el tomar por principio a la naturaleza divina, en la Ethica se dijo de la mayoría: que alteraba lo que era primero, poniéndolo ni siquiera en un orden ulterior, sino en el último lugar; y que en su lugar comenzaba con los objetos de los sentidos (et res, quae sensuum obiecta vocantur, omnibus priores esse crediderunt, "y creyeron que las cosas, que se llaman objetos de los sentidos, eran las primeras de todas"). Por eso, porque no sólo no mantienen el orden que mantiene el filosofar (2/10e2: quod ordinem philosophandi non tenuerint, "no han mantenido el orden del filosofar"), sino que lo hacen al revés, la Ethica en el Escolio segundo de la proposición 2/10 reprende a los "muchos" (interim plerique), o sea al vulgo, calificándolos de incoherentes, cuando dice que "es más seguro que la mayoría no tenga suficiente coherencia" (2/10e2: quod certius est, sibi non satis constant). El vulgo se hallaba en sentido contrario de la Ethica, ya que "las cosas singulares no pueden ser ni ser concebidas sin Dios", etc. (2/10e2: res singulares non possunt sine Deo esse nec concipi).
El alma
Por una parte, "El hombre piensa" (2/ax2: Homo cogitat) y sus modos son 'los del pensar" (2/ax3: Modi cogitandi). Pero éstos son varios. La idea es el primer modo del pensar, los demás son posteriores, ya que "la idea es la primera que constituye el ser del alma humana" (2/11: idea primum est, quod humanae mentis esse constituit). Los demás modos del pensar, diferentes de la idea, se llaman afectos del ánimo (2/ax3: affectus animi). Y la idea es idea de algo, no de algo inexistente ni de algo infinito (2/11), sino de una "cosa singular que existe en el acto" (2/11: est idea rei singularis actu existentis).
La idea no es en sí, sino en otro, porque "todo lo que es, es en Dios" (1/15: Quicquid est in Deo est). Y es en Dios necesariamente, porque "todas [las cosas] son determinadas por la necesidad de la naturaleza divina..." (1/29: ...omnia ex necessitate divinae naturae determinata sunt...).
El Corolario de la propos. 11 (2/11c) vincula el alma humana con Dios. En particular, dice que "la mente humana es una parte del intelecto infinito de Dios" (2/11c:...mentem humanam partem esse infiniti intellectus Dei)
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