Sobre La Hermenéutica temprana de Heidegger

1) El profesor Carlos B. Gutiérrez se ocupó de "los trazos y los motivos de la Hermenéutica anterior a Ser y tiempo" (96), con el propósito de "mostrar los impulsos decisivos que de ella resultan para la articulación de lo que hoy se conoce como filosofía hermenéutica, años antes de la radicalización de la temporalidad de la existencia humana en la analítica ontológica del ser-ahí" (96).

El texto del profesor Carlos B. Gutiérrez se divide en las siguientes cuatro partes: primera, titulada Un Aristóteles novedoso; segunda, La pre-comprensión; tercera, Interpretar como explicitación de la comprensión; cuarta, El Heidegger tardío y la Hermenéutica.

Sobre la relación entre Aristóteles y Heidegger, Gutiérrez señala las siguientes cosas.

Primero. Heidegger tiene una motivación especial, al volverse hacia Aristóteles. "La motivación", dice Gutiérrez, "seguía siendo ante todo teológica (...) Heidegger cree que haya que volver a Aristóteles para comprender realmente la historia cristiana de Occidente y para hacer transparente la situación histórica que se vive" (97).

Segundo. Heidegger "había dado ya varios seminarios sobre la Ética a Nicómaco" (97).

Tercero. Heidegger, llegado a un punto, por dos "motivos encontrados" trata de "movilizar a Aristóteles contra Aristóteles, en lo que ya da en llamar 'destrucción de Aristóteles'"(96). El primer motivo, "el distanciamiento crítico frente al concepto de ser y de lo divino como lo ente que se mantiene en el presente de una constante plenificación que no deja absolutamente nada fuera de sí" (97); el segundo motivo, "el llamado a lo propio del ser del ser humano que trata de encontrar en la facticidad del existir y en su aclaramiento en Aristóteles" (97). Sobre este segundo punto, Gutiérrez es tajante: para Heidegger, "la filosofía práctica resulta así ser la verdadera filosofía teórica (...) Heidegger se empeña en reemplazar el sentido teórico por el sentido 'fronético' de la filosofía, buscando al mismo tiempo la ontologización de los rasgos fundamentales de la vida" (98).

Cuarto. Heidegger va a la Fisica de Aristóteles. Gutiérrez enfatiza en "la cualidad de ser movido" (98). Dice Gutiérrez: "Aristóteles acuñó el término energeia que designa a un ser activo que no se encamina primeramente al logro de objetivos sino que está siempre en camino, en obra" (98). Gutiérrez recomienda leer Categorías fundamentales de la vida, una lección de 1921.

Quinto. Heidegger responde a la pregunta: ¿por qué la vida necesita de la Hermenéutica? Según Gutiérrez, "porque lo que cuenta en la vida es un ser despierto que la mayoría de las veces se marra o se encubre, un ser despierto o alerta que sólo puede volverse consciente a través del ejercicio hermenéutico"(98). Más precisamente, "la Hermenéutica (...) procede contra el auto-encubrimiento de la facticidad (...) la Hermenéutica tiene por tarea la de seguirle la pista a la enajenación" (99). Y todavía más explícito: "Frente a la auto-conciencia enajenada del ser humano se evidencia la necesidad de una Hermenéutica de la facticidad que vuelva a recordar a la exitencia de sí misma" (100).

Cuarto. El análisis de Heidegger es de "carácter indicativo-formal" (100). Sus conceptos orientan "hacia una situación de decisión, cuya forma concreta queda siempre en manos del ser-ahí respectivo" (100).