.

1. Vida y filosofía de Benedicto de Espinosa
Leer libro de Frederick Pollock
Leer comentarios propios: I, II (incompleto)

2. Tractatus theologico-politicus de Espinosa.

3. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el orígen y la difusión del nacionalismo de Benedict Anderson. Leer resumen del capítulo III. Reseña sobre el capítulo III.

4. Gramática castellana de Nebrija. Leer libro. Leer resumen del prólogo (incompleto).

5. Observaciones sobre algunos ensayos del profesor Carlos B. Gutiérrez. Sobre Neokantianismo y fenomenología en el inicio de la filosofía de Heidegger. Sobre La Hermenéutica temprana de Heidegger (incompleto).

5. La estructura de las revoluciones científicas de Thomas S. Kuhn. Leer resumen de la Introducción. (Completo)

6. Historieta titulada Humans de William Erwin Eisner. Verla. Leer mis comentarios al respecto (incompleto).

7. De Honda a Cartagena por José María Samper. Leer libro: parte I, II, III, IV, V. Leer mis apuntaciones (incompleto).

8. Ser y tiempo de Martin Heidegger. Leer mis apuntaciones sobre el primer capítulo (incompleto). Leer mis apuntaciones sobre el segundo capítulo (incompleto). Leer el protocolo que hice en relación con una reunión: leerlo. Leer el primer ensayo que hice para la asignatura Heidegger y que fue, posteriormente, calificado por Carlos Bernardo Gutiérrez como excelente: leerlo; y leer el borrador. Anotación sobre el primer parágrafo del primer capítulo, titulada Categorias y Existenciales: leerla. Anotación sobre el segundo parágrafo del primer capítulo, titulada La tarea de la depuración del «sujeto» y la tarea de des-objetivación de las definiciones tradicionales del hombre: leerla. Reflexiones sobre los parágrafos 12-21, que usaré como fundamento para la segunda evaluación: acceder.

9. Mentes, cerebros y programas de John R. Searle. Leer mis primeros comentarios (incompleto). Detallada descripción del experimento mental (Gedankenexperiment) que hizo John Searle en Mentes, Cerebros y Programas: leerla. Introducción al artículo Mentes, Cerebros y Programas: leerla. Otra introducción al texto: leerla. Ponencia definitiva (falta una parte). Réplica de los sistemas (incompleta). Réplica del robot (falta perfeccionar). Réplica de los cerebros. Estructura de la ponencia definitiva. El argumento físico-químico contra el funcionalismo. Ponencia definitiva.

10. ¿Qué se siente ser murciélago? Leer mis comentarios. (Completo)

11. SOPHOCLIS FABVLAE. ΑΝΤΙΓΟΝΗ. Leer en griego. Leer en inglés. Leer versión en griego de Theodore D. Woosley (Boston y Cambridge, 1855). Leer edición crítica en inglés de Martin L. D'Ooge (Ginn & Company, 1884). Leer edición crítica en francés de M. Berger (Librairie Ch. Delagrave, 1897). Ver mi traducción parcial al español.

12. Verdad y método de Hans-Georg Gadamer. Leer mis comentarios. Mi experiencia hermenéutica: I II. Breves comentarios sobre el Principio de la Historia Efectual.

13. La economía devora la política de Rodolfo Arango. Leer.

14. El mito de Descartes de Anthony Kenny. Leer mis comentarios. (Completo)

15. Comentarios sobre
la travesía de Humboldt desde la Esmeralda hasta Angostura. Leer.

16. El Utilitarismo de John Stuart Mill. Leer mis comentarios.

17. Ética demostrada según el orden geométrico de Benedicto de Spinoza. Esquema del libro que nos envió el doctor Jorge Aurelio Díaz (jadiaz9@cable.net.co). Leer mis apuntaciones. Leerla en latín. Leer el TIE en latín. Ponencia de la primera sesión, coponencia, relatoría. Ver mi ponencia; ver el segundo borrador de mi ponencia; ver mi ponencia definitiva. Ver reflexiones preliminares para mi co-ponencia.

18. Concepts of Consciousness de Ned Block. Leer apuntaciones.'

19. El discurso del método de René Descartes. Leer mis apuntaciones.

20. Somme, Doris. Not Just any Narrative: How Romance Can Love Us to Death (en Daniel Balderston. Ed. The Historical Novel in Latin America. Gaithersburg: Hispamérica, 1986. 47-73). Leer mis apuntaciones. Leer mi reseña.

21. Justice as Fairness: Political not Metaphysical de John Rawls. Leer mis comentarios. Leer en JSTOR. Algunos apuntes sobre la crítica que le hace Cohen a Rawls: verlos. Esbozos de una breve reseña sobre Nozick: leerla. Breve reseña sobre Nozick: leerla. Incompleta reseña sobre Taking Rights Seriously de Ronald Dworkin: leerla. Incompleta reseña sobre Justice and the moral subject de Michael Sandel: leerla.



23. María (1867) de Jorge Isaacs. Interpretación sobre la mirada de María. Proyecto que entregué el jueves 15 de Septiembre de 2011 a la doctora Carolina Alzate: acceder.

24. Carta al Señor Coordinador Académico de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo. Verla.


26. HOMERI OPERA RECOGNOVIT BREVIQUE ADNOTATIONE CRITICA INSTRVXIT DAVID B. MONRO ET THOMAS W. ALLEN TOMVS I ILLIADIS LIBROS I-XII CONTIENS EDITIO TERTIA OXONII E TYPOGRAPHEO CLARENDONIANO. Libro 24 en griego. En griego y en español p. 459. Leer la edición crítica de A. T. Murray (London, 1924). Leer edición crítica de Edward Bull Clapp (Boston, Ginn & Company, 1899); crítica del canto XXIV: verla. Leer edición crítica de Walter Leaf (London, Macmillan and co.): primera edición (1900), segunda edición (1902); crítica del canto XXIV: leerla. Leer edición crítica de Richard Herne Shepherd (London, Chatto & Windus, 1903. Leer edición crítica de John J. Owen (New York, Leavitt & Allen); canto XXIV: leer en griego y leer apuntaciones críticas. Leer edición crítica de C. C. Felton (Boston, Billiard, Gray and Company, Cambridge, 1833); leer notas críticas sobre el Canto XXIV. Leer la edición crítica de Francis W. Newman (London, Trurner & co, 1871); leer traducción al inglés del Canto XXIV y leer las anotaciones críticas del final. Leer una introducción a la Iliada y a la Odisea de R. C. Jebb (Boston, Ginn & Company, 1904). Traducción del Canto XXIV (Trad. Luis Segalá Estalella): verla. Ver mi traducción al español del Canto XXIV. Ver traducción de versos 97-115. Ver en Thesaurus.

27. Ontogeny and Phylogeny de Stephen Jay Gould (Harvard University Press, 1977). The Man of Genius de Cesare Lombroso (The Walter Scott Publishing Co., London, 1917). Crime. Its Causes and Remedies de Cesare Lombroso (William Heinemann, London, 1911). Reseña sobre El argumento de la recapitulación (Ernst Haeckel) y el argumento de la neotenia (Louis Bolk): leer. Reseña que hice como Introducción a la Antropología Criminal de Cesare Lombroso: leer.

28. S. AURELII AUGUSTINI CONFESSIONES POST EDITIONEM PARISIENSEM NOVISSIMAM AD FIDEM CODICUM OXONIENSIUM RECOGNITAE, ET POST EDITIONEM M. DUBOIS EX IPSO AGUSTINO ILLUSTRATAE. OXONII, J. H. OARKER; J. G. ET ,F. RIVINGTON, LONDINI, MDCCCXXXVIII. Ver traducción de M. Du Bois. Ver lib. 10, cap. 16 en la traducción de Du Bois. Las confesiones traducidas del Latín al Castellano por Eugenio de Zeballos (1781). Tomo Primero (descargar). Tomo Segundo (descargar). Lib. 10, cap. 16 corresponde a la página 362 del Tomo Segundo.

29. Studies on fermentation. The diseases of Beer. Their causes, and the means of preventing them de Louis Pasteur (London, Macmillan & cCo, 1879). Louis Pasteur. His life and labours, escrito por su yerno (trad. Lady Claud Hamilton; New York, D. Appleton and Company, 1885). Louis Pasteur de S. J. Holmes (New York, Harcourt, Brace and Company, 1924). Pasteur and after Pasteur de Stephen Paget (London, Adam and Charles Black, 1914). Louis Pasteur de Albert Kleim y Louis Lumet (trad. Frederic Taber Cooper; New York, Frederick A. Stokes Company, 1914). Breve video que explica el experimento de Pasteur, junto con una brevísima anotación que también lo explica: ver. Reseña incompleta sobre la disputa entre Pasteur y Pouchet: leerla.

30. Principia Philosophiae de René Descartes. Oeuvres de Descartes publièes par Charles Adam & Paul Tannery sous les auspices du Ministère de l'Instruction Publique. Principia Philosophiae, VIII. Paris. Léopold Cerf, Imprimeur-editeur. 1905. Acceder. Acceder a la lista de contenidos de una traducción inglesa. Acceder al texto traducido por un inglés (o acceder al index principiorum philosophiae). Acceder: a la primera parte traducida, Of the principles of human knowledge (o a la pars prima. de principiis cognitionis humanae); a la segunda parte traducida. Of the principles of material things (o a la pars secunda. de principiis rerum materialium); a la tercera parte traducida. Of the visible world (o a la pars tertia. de mundo adspectabili); o a la cuarta parte traducida. Of the earth (o a la pars quarta. de terra). Descargar la versión latina en formato PDF o leerla. Ver otra versión inglesa (página 105). Leer mi resumen del capítulo LI. Leer mi resumen del capítulo LII. Leer mi resumen del capítulo LIII. Leer mi resumen de LXIV (incompleto). La crítica heideggeriana a los Principia. Ver o descargar OPVSCVLA OMNIA REVEREN.D.D. THOMAE DE VIO CARDINALIS TITVLI SANCTI SIXTI, In tres distincta Tomos. La doble crítica heideggeriana a los Principia. Parágrafo 20 (Segunda Parte). Heidegger omitió el concepto de prejuicio en Descartes. Descartes según Hans-Georg Gadamer. Lo que está pendiente por hacer: Investigación breve sobre el concepto de infancia en Descartes. El orígen de los prejuicios. Sobre la segunda parte de los principia. El plan. Ensayo definitivo que entregué al profesor Carlos Bernardo Gutiérrez el 30 de octubre de 2011.


32. Government Spending de Gordon Tullock. Vínculo interno. Vínculo externo.



33. 2. Bibliografía no revisada. Texto de Rouse (1913). Los siete libros de Séneca |La Apocolosyntosis en PDF y en español |B. Baldwin. Executions under Claudius: Seneca's "Ludus de Morte Claudii". Phoenix. Vol. 18, No. 1 (Spring, 1964), pp. 39-48 |Ball, A. P. The satire of Seneca or The apotheosis of Claudius commonly called the ἀποκολοκύντωσις. Nueva York: McMillan Company, 1902 |Berthe M. Marti. Seneca's Apocolocyntosis and Octavia: A Diptych. The American Journal of PhilologyVol. 73, No. 1 (1952), pp. 24-36 |Ross Kilpatrick. Apocolocyntosis and the Vision of Claudius. The Classical Journal. Vol. 74, No. 3 (Feb. - Mar., 1979), pp. 193-196 ||| Tácito, Cayo Cornelio, 55-117 [Clasificación Dewey: 937.07 T113 Z215]. Anales del Imperio Romano : desde la muerte de Augusto a la de Neron; traduccion del latin por Carlos Coloma. Edicion: Nueva edicion revisada, modernizada y anotada. Barceona : Iberia, c1960. |Graves, Robert, 1895-1985 [923.137 C51g3]. Claudio, el dios y su esposa Mesalina ; el turbulento reinado de Tiberio Claudio César, emperador de los romanos (nacido en el año 10 a. de J. C., muerto en el año 54), descrito por él mismo ; también su asesinato por la famosa Agripina y su posterior deificación, descrita por otros [traducción de Floreal Mazía]. Buenos Aires : Eds. Siglo Veinte, 1962. |Graves, Robert, 1895-1985 [923.137 C51g5]. Yo Claudio : a partir de la autobiografía de Claudio; traductor Floreal Mazía. 7a. ed. Madrid : Alianza Editorial, 1981. 510 p. |Séneca, Lucio Anneo, 4 a. de J. C [878.5 S35a]. Apocolocíntosis del divino Claudio / Lucius Annaeus Seneca ; introducción, versión y notas de Roberto Heredia Correa. México : Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Filológicas, 1986. lviii, 13 p. ; 22 cm. Cuadernos del Centro de Estudios Clásicos ; 10. Texto en español y latín. |Cordero, I. M. La vida de Lvcio Anneo Seneca, sacada de mvchos avthores muy verdaderamente. Anvers: Casa de Christoforo Plantino, 1555. En PDF. En línea |Diez de Aux y Granada, D. F. A. Seneca y Neron, dirigido a la grandeza del Excelentiſimo ſeñor Conde Duque, debaxo el Patrocinio generoſo del ſeñor don Geronimo Villanueua, Protonctario de Aragon. Madrid: Iuan Sanchez, 1642. En PDF. En línea |Martyr Rizo, I. P. Historia de la vida de Lucio Anneo Seneca Eſpañol. Madrid: Iuan Delgado, M.DC.XXV. En PDF. En línea. |Mexia, Pedro. Historia imperial y cesarea: en la qval en svmma se contienen las vidas y hechos de todos los Ceſares Emperadores de Roma: deſde Iulio Ceſar haſta el Emperador Maximiliano: dirigida al muy alto y muy poderoſo Principe y ſeñor nueſtro don Philippe, Príncipe de Eſpaña y delas dos Sicilias, &c. Basilea: Casa de Ioan Oportino, X. D. XLVII. ([Leer La Vida del Emperador Claudio primero deste nombre, la qual ſe diuide en dos Capitulos: Capitvlo primero de la estranna manera como uino a ſer Emperador Claudio, y delos edificios y obras que hizo, y la guerra de Britania, y otras coſas ſuyas (pp. 58-63); Capitvlo Sevundo delas otras coſas que ſucedieron en la vida de Claudio haſta el fin de ſu Imperio (pp. -69); y los tres capítulos dedicados a Nerón]. Ver en PDF. Ver en línea.

34. Acerca de una columna de Opinión de Juan Manuel Santos. Reflexión I, preliminar. Reflexión II definitiva. Parte 1.

35. Bomba Atómica. Ensayo I. Ensayo II.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Artículo de Juan Manuel Santos

El 4 de mayo de 2003 el actual presidente de la República, Juan Manuel Santos, escribió en El Tiempo un texto, titulado El desenfoque del gasto público. Allí, hace más de ocho años, es menester buscar la fundamentación filosófica del estatuto anticorrupción, sancionado en el año corriente (2011). Es curioso recordar que Juan Manuel Santos inició su carrera política en propiedad cuando tomó posesión como Ministro de Comercio Exterior en el año 1991. Quien escribió el artículo, por tanto, fue alguien que conocía desde adentro el funcionamiento del Estado colombiano.








Y la época que precedió al artículo de Santos fue turbulenta en el campo de la filosofía política. Fue una época posterior a Rawls. Por nombrar algunos cuantos, para entonces Kymlicka (1990) ya había escrito y publicado Contemporary Political Philosophy (Oxford, Clarendon Press), Dworkin (1991) ya había escrito The Ethical Basis of Liberal Equality (en Ethics and Economics, Universidad de Siena), Sen ya había escrito Equality of what? (1980), Commodities and Capabilities (1985), Inequality Reexamined (1992) y Capability and Well-being (1993), y Cohen ya había escrito más de una veintena de cosas: On the currency of Egalitarian Justice (1989), Incentives, Inequality, and Community (1992), The Pareto Argument for Inequality (1995), Where the Action is: on the Site of Distributive Justice (1997), If you´re an Egalitarian, How Come You´re so Rich? (1997), etc. En suma, ya abundaban las críticas contra la Teoría de la justicia de Rawls. Ya había sido objetada por Dworkin, Sen y Cohen fundamentalmente como "una teoría insuficientemente igualitaria", tal y como resume Roberto Gargarella (1999).







Santos, en el texto referido, interrogó, en primer lugar, "Qué Estado queremos?"; en segundo lugar, habló del "Liberalismo económico" y del "liberalismo social"; en tercer lugar, interpretó el "velo de la incertidumbre"; y, finalmente, habló de "Los derechos fundamentales". Hay que contextualizar en el campo de la filosofía política, a manera de esbozo y de manera muy breve, punto por punto el texto de Santos.









Primero. El Estado liberal, con respeto real, y no solo de discurso, es el que queremos









Santos disputaba que "el debate acerca de la función pública del Estado" se había "distorsionado y polarizado". Y a renglón seguido aseguraba que "casi olvidamos la razón de ser de la función pública del Estado". Disputaba que se hubiera reducido el debate "a un triste intercambio de opiniones, insultos y juicios maniqueos en donde las grandes categorías de la ética y la política han sido relegadas para darles paso a las caricaturas y a los estigmas". Seguramente, Santos, disputando la reducción del debate, hablaba de su incomprensión del concepto de caricatura. Quedaría faltando la crítica juiciosa de la historieta Humans de William Erwin Eisner. Y, por otra parte, permanecía indeterminado a cuál debate se refería Santos. Pero estas cuestiones son menores, en comparación con las siguientes.









Habiéndole advertido a su lector que "poco estamos dispuestos a ser racionales", Santos dijo que había estado dedicado "a la academia y a tratar de entender cuál es la sociedad que queremos y cuál es el Estado capaz de generar esa sociedad"; o sea, había estado dispuesto a ser racional y había procurado esforzarse, con su distintiva disposición, para entender, por una parte, el tipo de sociedad "que queremos" y, por otra parte, el Estado "capaz de generar esa sociedad". Habrá que presuponer, por tanto, que Santos estaba enterado, seriamente enterado, de las discusiones sobre filosofía política que habían tenido lugar por entonces. Cómo interpretar lo contrario sería de entrada una cuestión problemática que, según su entender, se conformaría con la poca disposición concordante con el "ser racionales". Nos habría engañado.









Así que el texto de Santos escindió en dos "La historia de las doctrinas políticas". A un lado puso las doctrinas cuyo régimen era cualquiera de carácter autoritario; o sea, las doctrinas, según Santos, de Platón, de Aristóteles, de la escolástica medieval y de "la noción totalitaria y corporativa del Estado de Hegel". A otro lado puso las otras doctrinas cuyo régimen era el "democrático y liberal". Santos estaba del segundo lado. Y sobre las doctrinas de éste dijo: "promulgan un gran respeto por la libertad individual, la igualdad ante la ley y defienden la división del poder político: abogan por la libertad religiosa y por eso creen en el derecho positivo y en una autoridad legítima, derivada del consenso popular". En seguida agregó sobre las doctrinas, a las que no contendió y del lado de las cuales se puso, que "John Rawls y mi antiguo profesor Amartya Sen, casi 200 años después, recogen la crítica de Mill y plantean un modelo económico que hace primar la equidad sobre la eficiencia y cuyo fundamento es el acceso a los derechos fundamentales" (letra cursiva mía). Sobre este modelo económico dijo Santos: "Es ahí donde creo que debemos estar. Es ese el concepto de Estado que debemos tener. El gasto público debe estar entonces encaminado exclusivamente a garantizar el acceso universal a esos derechos, de tal forma que todos podamos ejercer nuestras opciones. En ese momento, finalmente tendremos un Estado liberal, con respeto real, y no sólo de discurso, hacia todos y cada uno de los individuos que componen la sociedad" (letra cursiva mía).




Santos erró de medio en medio cuando pretendió estar interpretando a su antiguo profesor, Sen. Santos presenta "el concepto de Estado que debemos tener" no en las condiciones de lucha del concepto. Por el contrario, reconcilió arbitrariamente las doctrinas "democráticas y liberales". Y así sobreentendió la aguda disputa que entre los ´demócratas y los liberales´ había tenido lugar. Santos presentó una pésima caricatura: Rawls iba de la mano con Sen y juntos planteaban ´un modelo económico´. Este modelo compartido tendría, a juicio de Santos, dos partes: en primer lugar, tendría el principio de primacía de la equidad sobre la eficiencia; y, por otra parte, tendría el acceso a los derechos fundamentales como su fundamento. Y fue en ese momento que Santos, cuando planteó las partes del modelo compartido, erró de medio en medio, ya que olvidó que Sen, su antiguo maestro, precisamente objetó a Rawls, por una parte, su concepción fetichista de la equidad y, por otra parte, que el acceso a los derechos fundamentales fuera sensible a los distintos desempeños de los individuos.



Nuestro presidente, hemos dicho, no entendió las lecciones de su antiguo maestro, Sen. No entendió Santos que su antiguo maestro, Sen, nunca paseó junto con Rawls, como tomados de la mano, con el fín de construir modelos compartidos. Santos, agudamente, distorsionó las objeciones que su antiguo maestro, Sen, le había hecho a Rawls. No fue, por consiguiente, un buen pupilo. En primer lugar, debíó hacer manifiesto que las concepciones de equidad de Rawls y Sen son diferentes. Mientras Rawls defiendió una equidad en términos de recursos primarios, Sen no sólo le disputó a Rawls su concepción de equidad-calificándola de fetichista-, sino que propuso una equidad diferente, en términos del empoderamiento del sujeto para convertir los bienes primarios en libertades propias. En segundo lugar, debió haber advertido que para Sen resultó ser insuficiente que el Estado defendiera el acceso a los derechos fundamentales, o defendiera la posesión de determinados bienes primarios o determinados recursos, ya que, según Gargarella, "la igualdad en la posesión de los bienes primarios o de recursos puede ir de la mano de serias desigualdades en las libertades reales disfrutadas por diferentes personas". Debió decir tácitamente que había tomado distancia de su antiguo maestro, Sen. Pero optó por lo contrario.












Segundo. El concepto real para todos y fundamento de la economía progresista, el liberalismo social.









Santos aseguró que por entonces se aplicaba un "modelo de liberalismo económico" y que éste había hecho "crisis total". Explicaba su estado crítico en el "fracaso social de América Latina en la última década". Por consiguiente, Santos creía haber identificado la falta del modelo. Santos incluso afirmó que tal crisis consistía en "las falencias del sistema capitalista". Faltaba, entonces, que sugiriera una alternativa. Así que dijo: "lo realmente progresista en economía está representado por los planteamientos de Rawls y Sen". A Santos le pareció que ambos planteamientos se daban al "cuestionamiento de la noción de neutralidad de Pareto (...) en la que se fundamenta buena parte del modelo neoclásico, sustento de lo que hoy se ha dado por llamar neoliberalismo". Era el neoliberalismo del que había estado hablando. Era el neoliberalismo el modelo de economía liberal que estaba, según Santos, en crisis total. Y la crisis total, si bien-decía- estaba fundada en el fracaso social latinoamericano, ésta no era un error práctico del neoliberalismo, sino uno de fundamento o de carácter teórico. El "pecado" del neoliberalismo, como lo llamó Santos, consistió en "aceptar el statu quo en términos de distribución del ingreso, aceptar la miseria y la casi total carencia de movilidad social que caracteriza a nuestros países". Así que la crisis total del neoliberalismo, que veía Santos en la práctica, se deducía de la neutralidad de Pareto; o sea, era, según él, una imprecisión conceptual el aceptar la falta de intervención del Estado. El punto de partida de Santos era, por tanto, el siguiente objetivo de justicia: "que mientras no se satisfagan unas condiciones básicas para los grupos más desfavorecidos de la población, las concesiones hacia estos grupos se deben seguir haciendo independientemente de qué tanto bienestar se genere para la sociedad como un todo, o de qué tanta eficiencia se pierda. Esto es equidad". A renglón seguido decía: "El objetivo de la política económica no debe maximizar el bienestar de la sociedad, sino permitirle el acceso a un mínimo nivel de bienestar a los sectores más deprimidos, para que los más pobres también puedan ser partícipes de sus deseos en el mercado". Finalizaba: "Lo que interesa son las libertades fundamentales de los individuos".


Parece sorprendente que Santos haya dejado de lado la crítica que Nozick desarrolló contra su colega Rawls. Nozick argumentó a favor de la exigencia justificada de un estado mínimo, defendiendo la defensa de las libertades negativas de los individuos. Santos ni siquiera se molestó en distinguir entre los derechos negativos de los positivos.






Tercero. Implicación fiscal, deducida del "velo de la incertidumbre" de Rawls: el enfoque del Presupuesto para satisfacer los derechos fundamentales

















Santos traducía al español la expresión de Rawls the veil of ignorance como "el velo de la incertidumbre". Y la interpretaba así: "dice que la expresión válida de las preferencias de los individuos es aquella que se da cuando no saben que rol van a tener en la sociedad. Cuando aún no saben si van a ser infinitamente pobres o infinitamente ricos. Cuando aún no saben si van a tener una inteligencia extraordinaria o una normal". Santos no vaciló en llamar "la fundamentación ética" al velo de la incertidumbre de Rawls. Por el contrario, creyó valerse con él de un criterio de asignación del gasto público para hacerlo correctamente. Así hablaba Santos de "la correcta asignación del gasto público", a saber: "que en la medida en que los derechos económicos fundamentales no estén satisfechos para la totalidad de la sociedad, cualquier otro gasto es suntuario y regresivo". Entonces creía adoptar un criterio de gasto fiel a la Constitución vigente; o, a la inversa, creyó, sin duda alguna, que la Constitución estaba fundada éticamente en el velo de la incertidumbre de Rawls, y, por tanto, dijo: "La Constitución colombiana determina que la función del Estado es garantizar el acceso de todos a los derechos que ella misma define como fundamentales"; y luego: "No tengan la más mínima duda de que bajo el velo de la incertidumbre todos abogaríamos por que los recursos del Presupuesto se dedicaran exclusivamente a satisfacer los derechos fundamentales". La función social del Estado consistiría, según Santos: primero, en darle a la ciudadanía "acceso a salud constitucional"; segundo, "acceso a un buen nivel de educación"; tercero, "que haya una cobertura plena de agua potable"; y, de manera general, "abogaríamos por algo tan sencillo como la Constitución y la obligación del Estado de cumplir con la satisfacción de los derechos políticos y económicos fundamentales".


Pero Santos no dio respuesta a la siguiente severa objeción que, entre otras, hizo Cohen a Rawls. La segunda parte del principio de la diferencia de Rawls se conoce con el nombre de principio maximin. En breve, este principio dice: Las desigualades económicas y sociales deben satisfacer el requisito de satisfacer mayormente el beneficio de los miembros más desaventajados de la sociedad. Cohen halló problemático que Rawls, en conformidad con el principio maximin, hubiera considerado que era legítimo que los sujetos más favorecidos recibieran incentivos económicos, por motivo de prestar sus talentos para realizar tareas que favorecieren a los más desfavorecidos. Cohen le llamó el problema de la loteria natural. Esta lotería natural, estando en conformidad con el principio rawlsiano maximin, no necesariamente constituiría un gasto suntuario o un gasto regresivo, según da a entender Santos, ya que, en último término, a él le interesa más la asignación de un correcto gasto público que una correcta asignación del mismo, por más que haga explícito lo contrario. Y esto es una cuestión ligeramente diferente. La satisfacción total de los derechos fundamentales puede pasar por alto que no sea necesario ofrecer incentivos económicos a los más favorecidos para que éstos, directa o indirectamente, hicieren una transferencia que fuera en provecho del bienestar de los más desaventajados.


Y, por otra parte, Santos tampoco dio cuenta de la insuficiencia de los mecanismos fiscales como mecanismos del presunto Estado Liberal que él defiende. Cohen argumentó que, más allá de los instrumentos económico-políticos, era necesario un ethos ciudadano. En otros términos, Cohen, en conformidad con la filosofía política griega, advirtió que la justicia requiere que las elecciones personales de los individuos se conformen con ser elecciones justas. A Santos le parece que es suficiente un Estado liberal que sirva como reglamentador. Pero a Cohen le parece insuficiente el que no se advierta que esta visión restrininda ´absuelve´ al ciudadano particular de participar, por medio de su cotidianidad, en el desarrollo de actos distributivamente justos.




Y baste el siguiente fragmento para tener una primera comprensión del concepto de desarrollo santista: "Creo que gobernar es un acto conceptual más que un acto práctico. Creo que sólo entendiendo la historia se entiende la coyuntura. Creo en los derechos fundamentales y en la obligación del Estado de satisfacerlos. Creo en la viabilidad macroeconómica de hacerlo. Creo que lo único que hace viable una sociedad es la movilidad y esto solo se logra con una correcta focalización del Gasto Público. Creo, como el profesor Sen, de quien tuve el privilegio de ser alumno en dos ocasiones, que desarrollo es más el derecho a ejercer la Libertad que simplemente producir o consumir más".

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