Capítulo IV. De las funciones de las autoridades supremas

2) Es el derecho únicamente de la autoridad suprema, primero, juzgar las hazañas de cada individuo, y demandar de él cuentas sobre lo mismo; segundo, castigar a los criminales, y decidir las cuestiones de ley entre ciudadanos, o nombrar juristas familiarizados con las leyes existentes, para administrar esos asuntos en su nombre; y, tercero, usar y ordenar todos los medios de la guerra y de la paz, como fundar y fortificar las ciudades, pagar los soldados, asignar los puestos militares, etc.; y, cuarto, pagar los costes de todo esto.

3) Es el derecho de la autoridad suprema manejar los asuntos públicos, o escoger funcionarios para hacerlo.

4) Entonces, Espinosa responde una pregunta que, según él, era comúnmente invocada: si la suprema autoridad estaba limitada a las leyes y si podría hacer algún mal. Espinosa responde que una mancomunidad haría mal, cuando actuara en contra de los dictados de la razón. Y la mancomunidad para mantener su independencia está limitada a preservar las causas del miedo y de la reverencia, de lo contrario cesa de ser una mancomunidad.

5) Según Espinosa, las máximas y los motivos del miedo y de la reverencia, que una mancomunidad está limitada a observar en su propio interés, pertenecen no a la jurisprudencia civil, sino a la ley de la naturaleza, puesto que son defendidos no por la ley civil, sinoúnicamente por la ley de la guerra.A juicio de Espinosa, la jurisprudencia civil depende del mero decreto de la mancomunidad (311), por lo que puede establecer, interpretar y abolir las leyes, y perdonar a cualquier persona culpable.

6) Las leyes o los contratos pueden romperse, siendo éste un derecho exclusivo de aquel que tiene el dominio, cuando romperlas es expediente hacerlo para el bienestar general (the general welfare).