1.4.3. El experimento del pensamiento como una contra-hipótesis.
Pero a todas éstas, ¿por qué se dice que el experimento del pensamiento de Searle es un argumento, llamándosele no la habitación china, sino el argumento de la habitación china, o considerándosele una refutación de la hipótesis del sistema de símbolos físicos de la inteligencia artificial fuerte? ¿Es, de hecho, un argumento?
El experimento del pensamiento de la habitación china sería un argumento si lograra demostrar por sí mismo la siguiente afirmación: “en el caso del chino, a diferencia del inglés, formulo mis respuestas mediante el manejo de símbolos formales no interpretados” (página 84). Esto quiere decir que el experimento del pensamiento llamado la habitación china sería un argumento si y sólo si, en contra de la hipótesis del sistema de símbolos físicos, distinguiera los casos del chino y del inglés, demostrando que el caso del chino, a diferencia del inglés, es interpretativamente insuficiente; esto es, si y sólo sí lograse concluir que el programa decodificador del chino, que «sólo» opera sintácticamente el chino, en realidad no logra comprender el chino tal y como comprende el anglohablante su lengua materna, el inglés, que no «sólo» hace eso, operar sintácticamente, sino «algo más». Vemos que el experimento de la habitación china sería un argumento si y sólo si lograra demostrar que existe ese plus, si se me permite llamarlo así. Pero, ¿logró Searle explicar qué significa el adverbio de modo simplemente en la siguiente oración: “En lo que respecta al chino, me comporto simplemente como una computadora” (letra cursiva mía) (página 84)? ¿Logró Searle, dicho en otros términos, demostrar, sólo por medio de su experimento del pensamiento, que existe ese plus? Ciertamente, no.
Searle le objetó a la hipótesis del sistema de símbolos formales, según la cual la computadora posee estados cognoscitivos, diciéndole: “me parece bastante obvio en el ejemplo que no entiendo una sola palabra de los relatos chinos (…) sigo sin entender nada” (página 85). Y le objetó a la misma hipótesis, según la cual los programas explican la cognición humana, diciéndole: “la computadora y su programa no aportan suficientes condiciones de comprensión, y que la computadora y el programa se encuentran en funcionamiento y no hay comprensión” (página 85). Y le objetó a la hipótesis del sistema de símbolos formales, entendida como la tesis de que la sintaxis es un medio necesario y suficiente para el comportamiento inteligente, diciéndole: es falso que sea “tan sólo una manipulación simbólica más formal lo que distingue el caso del inglés, que sí comprendo, del de chino, que no comprendo” (página 85). Pero con ello ciertamente no falseó nada. El experimento del pensamiento es tan sólo una contra-hipótesis, pero no un argumento. Searle sólo afirmó, por medio del experimento del pensamiento, la siguiente contra-hipótesis: “un ser humano puede seguir los principios formales [como los sigue la computadora codificadora del chino] sin entender nada” (letra cursiva mía) (página 86). Ciertamente sólo lo afirmó, no lo demostró. Por ende, el experimento del pensamiento llamado la habitación china no es, en rigor, un argumento, sino una contra-hipótesis.
1.4.4. Los tres principios de Searle
El principio de la insuficiencia de la sintaxis, el principio de la causación intencional, y el principio de suficiencia neurofisiológica y la hipótesis de forma posible sobre la existencia de cerebros marcianos son elementos de los que se vale Searle para objetar la llamada hipótesis del sistema de símbolos físicos de la inteligencia artificial fuerte. A continuación haré una breve descripción de ellos.
El principio de la insuficiencia de la sintaxis fue formulado del modo siguiente en Mentes, Cerebros y Programas:
Bueno, entonces, ¿qué es lo que tengo en el caso de las oraciones en inglés que no tengo en el caso de las oraciones del chino? La respuesta obvia es que sé lo que significan las primeras, mientras que no tengo la más mínima idea del significado de las segundas. (letra cursiva mía) (página 86)
En Mentes, Cerebros y Programas se da otra versión de este principio, más clara:
“las manipulaciones de símbolos formales por sí mismas carecen de intencionalidad; son bastante carentes de sentido; ni siquiera son manipulaciones de símbolos, ya que los símbolos no simbolizan nada. En la jerga lingüística, sólo tienen sintaxis pero no semántica (página 98)
Hay otra versión del dicho principio en Mentes y Cerebros sin Programas (Pero en este caso el individuo del experimento del pensamiento es un hispanohablante, no un anglohablante). Dijo Searle:
Me parece que la respuesta es obvia. En el caso del español no sólo tengo una sintaxis, tengo una semántica. Atribuyo un contenido semántico o significado a cada una de esas palabras, y por lo tanto estoy haciendo más que lo que un computador digital puede hacer en virtud de instanciar un programa. Tengo una interpretación de las palabras y no sólo de los símbolos formales. Nótese que si tratamos de dar al computador una interpretación de los símbolos formales lo único que podemos hacer es darle más símbolos formales. Todo lo que podemos hacer es poner más símbolos formales no interpretados (página 420, Mentes y Cerebros sin Programas).
Tal es el principio de la insuficiencia de la sintaxis. Pero éste no es el único principio que escribe Searle. El principio de la causación intencional, como yo lo llamo, es el siguiente:
Yo entiendo inglés y poseo otras formas de intencionalidad, no porque soy el ejemplo concreto de un programa de computo (…), sino porque, hasta donde sabemos, soy un cierto tipo de organismo con una cierta estructura biológica (es decir, cierta estructura química y física), la cual, en ciertas condiciones, es causalmente capaz de producir percepción, acción, comprensión, aprendizaje y otras fenómenos intencionales (…) sólo algo que tuviera estos poderes causales podría tener causalidad (página 97)
El mismo principio de causación intencional tiene otra versión:
Ningún modelo puramente formal será jamás suficiente por sí mismo para la intencionalidad, porque las propiedades formales no son ellas mismas constitutivas de la intencionalidad y porque carecen por sí mismas de poder causal (letra cursiva mía) (página 97)
El anterior principio fue complementado en Mentes y Cerebros sin Programas por el llamado principio de suficiencia neurofisiológica:
La tesis de que los fenómenos mentales están causados por el cerebro y realizados en él tiene la consecuencia de que, para cualquier fenómeno mental, hay condiciones causalmente suficientes en el cerebro. Llamemos a este principio, el principio de suficiencia neurofisiológica (página 440, Mentes y Cerebros sin Programas)
Que el principio de suficiencia neurofisiológica no sea también de necesidad se debe a que Searle conviene con la que llamaré hipótesis de forma posible sobre la existencia de cerebros marcianos, a saber:
Quizás existen otros procesos químicos y físicos que podrían producir exactamente estos efectos [intencionales]; quizás, por ejemplo, los marcianos también tengan intencionalidad aunque sus cerebros estén hechos de distinta materia. Esta es, sin embargo, una pregunta empírica (página 97).
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